El Partido Popular cerró ayer su campaña electoral haciendo hincapié en dos de los problemas que más preocupan a los mirandeses: la inseguridad ciudadana y las consecuencias del fenómeno de la inmigración.

En un acto en el que estuvo respaldado por la diputada nacional, Sandra Moneo, y el secretario ejecutivo de Libertades Públicas del PP, Ignacio Astarloa, Borja Suárez recordó que la llegada de inmigrantes a la ciudad ha permitido que Miranda «genere más riqueza y nuevas oportunidades», pero mostró su preocupación porque «también ha generado inseguridad y guetos».

En este sentido, advirtió que «las zonas de ocio y esparcimiento están siendo vinculadas exclusivamente a la inmigración» y aseguró que el Ayuntamiento «está obligado a generar nuevas políticas de integración, porque si no lo hacemos lejos de ser una oportunidad puede convertirse en una amenaza seria».

Por otro lado, recordó que es necesario coordinar adecuadamente las fuerzas de seguridad y garantizar el bienestar de los mirandeses. «Estamos en una ciudad con 130 efectivos policiales, según el alcalde, y difícilmente vemos alguna patrulla por la mañana y ninguna por la noche. Esto debe cambiar», señaló.

Por su parte, Astarloa achacó ambas cuestiones a las «inexistentes políticas socialistas en la materia, con índices de criminalidad que aumentan desde que gobiernan y siendo el país que recibe a más ilegales del mundo».

Pero además, no quiso pasar por alto que en estas elecciones «ETA estará en las urnas», y que es «intolerable» decir que hay «batasunos buenos y batasunos malos» o «listas medio legales». Por ello, acusó al ministro de Interior y al Fiscal del Estado de «enterrar la Ley de Partidos».