EL paludismo (malaria), el dengue, la schistosomiasis o la filariasis forman parte de las llamadas enfermedades tropicales. No son padecimientos que se contagien en España, pero el aumento de la inmigración y el turismo hace que los hospitales atiendan cada vez más casos de esos procesos infecciosos que proceden de países en vías de desarrollo.

Los dos sectores de la población que se ven más afectados por las enfermedades tropicales son inmigrantes y cooperantes españoles de ONG, señala el jefe del servicio de enfermedades infecciosas de Carlos Haya, Juan de Dios Colmenero. El año pasado 250 pacientes fueron atendidos en la unidad de medicina tropical y consejo al viajero de Carlos Haya, de los que 16 tenían paludismo y cinco sufrían el dengue. La detección precoz de esas enfermedades es fundamental para combatirlas adecuadamente. Para prevenirlas, lo mejor es tomar un medicamento profiláctico antes de viajar a países de África ecuatorial, Sudamérica y América central y del Sudeste asiático.

Picadura de un mosquito

El paludismo o malaria se transmite a través de la picadura de un mosquito. El último caso de esta enfermedad que se produjo en España fue en 1962. Desde entonces el paludismo está erradicado en nuestro país, pero últimamente está habiendo un incremento de personas que se contagian en países subdesarrollados y que luego son atendidas en los hospitales públicos españoles. Existen tratamientos eficaces contra el paludismo, pero es fundamental diagnosticar cuanto antes este padecimiento. El dengue también se contagia mediante la picadura de un mosquito. Es una enfermedad de origen viral que suele curarse sin un tratamiento específico, con la ayuda de medicamentos que mejoran la situación del paciente.

El doctor Colmenero indica que hay inmigrantes que trabajan en España y que se creen inmunizados contra el paludismo, por lo que no toman medidas protectoras cuando van a sus países de origen. Eso hace que se contagien y, a su regreso a España, necesiten asistencia médica. Esas enfermedades tropicales también afectan a españoles que ejercen de cooperantes en países en vías de desarrollo, así como a turistas que viajan sin previamente haber tomado medidas profilácticas.

Este tema ha sido debatido en el seno de la II reunión del Grupo para el Estudio de la Patología Importada, con la asistencia de más de 70 expertos en la materia.