Puestos a escoger a qué extranjeros hay que ayudar, el candidato del PP a la alcaldía de Barcelona prefiere a los de “raíz hispana”. No en vano, dice Alberto Fernández Díaz, tienen valores, lengua y principios religiosos iguales a los autóctonos. Sin complejos, como acostumbra a presumir, argumenta que lo que se lleva en Europa es “hablar de inmigración selectiva”.
Después de expresar sus preferencias, Fernández Díaz no hizo mención de quién son los menos afortunados. Pero no hizo falta. Los musulmanes, con sus particularidades, son esos “otros” que pueden entrar en “contradicción” con los valores del alcaldable.

OPOSICIÓN A UNA MEZQUITA
El candidato popular escogió ayer las inmediaciones de la calle de Piquer, en el Poble Sec, para presentar las medidas que propone en materia de inmigración, “legal e integrada, sobre todo”. El emplazamiento, que no fue decidido gratuitamente, ha sido noticia estos últimos días por la oposición de un colectivo vecinal a la apertura de un oratorio musulmán. Una oposición a la que ayer se sumó Alberto Fernández Díaz.
Si gobierna, dijo, las condiciones para abrir mezquitas en Barcelona se endurecerán. “Hay que saber quién hay detrás, quién las financia y qué se enseñará”, dijo Fernández Díaz, que hizo hincapié en que la transmisión de valores a las personas recién llegadas es fundamental. “No podemos permitir – – puso como ejemplo – – que un musulmán no respete a su mujer con el argumento del islam”. Si pudiera, también prohibiría el burka porque “no es un hábito, es una forma de entender la vida”. “Es el reflejo de la discriminación de la mujer”, sentenció.

INMIGRANTES FAVORECIDOS
El candidato popular a la alcaldía asegura que la ciudad necesita un plan de choque en servicios sociales porque “los inmigrantes están absorbiendo toda la ayuda social”. El alcaldable dijo que, de seguir en esta dinámica, se puede llegar a un colapso.
“En los últimos dos años se han repartido más de 100.000 tarjetas sanitarias en Barcelona, pero no se ha reforzado el servicio”, puso a modo de ejemplo Fernández Díaz para añadir: “No podemos permitir que el coste creciente de atención a los inmigrantes desplace a otros colectivos como familias, jóvenes, tercera edad y personas dependientes”.
Una de las cosas que Alberto Fernández ha recriminado sistemáticamente al tripartito municipal es que ha protegido los datos del padrón de las investigaciones policiales en materia de inmigración ilegal. Si gana, Fernández Díaz exigiría una identificación legal a los extranjeros – – pasaporte o permiso de residencia – – para inscribirse en el padrón. El candidato, que permitiría a la policía acceder a los datos del padrón, dijo que ayudará a las fuerzas de seguridad en todo lo posible para detectar a los inmigrantes ilegales. Fernández Díaz lamentó que, por decir estas cosas, le pongan la etiqueta de “racista y xenófobo”.