Un estudio revela que las inmigrantes que peor perciben su estado de salud llegan de Bolivia

Diario de noticias de Alava, begoña apellániz, 23-05-2007

El desarraigo, el estrés o las condiciones de trabajo en el país de acogida influyen en un colectivo con una buena vitalidad

vitoria. Mujeres bolivianas y del África subsahariana se presentan en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) como los colectivos que peor perciben su estado de salud. Y eso que la población inmingrante en general llega a Euskadi con un buen estado de forma física. En la primera encuesta elaborada por el Observatorio Vasco de Inmigración (Ikuspegi) y la Universidad del País Vasco (UPV), presentada ayer por Nekane Basabe en Vitoria dentro de unas jornadas del Foro Naro, el colectivo de foráneos que residen en la CAPV destaca por tener una percepción de su bienestar físico más favorable que la de los residentes autóctonos.

Sin embargo, factores como el desarraigo familiar, el estrés del viaje, la adaptación a una nueva cultura o las condiciones de habitabilidad y de trabajo influyen para que, según el país de origen, ese baremo se mantenga en cotas altas o descienda de forma significativa. Así, según recalcó ayer una de las autoras de esta encuesta, las mujeres bolivianas, las del África subsahariana y las de Ecuador presentan el peor balance en cuanto a cómo perciben su salud cuando están en Euskadi. Mientras, las mujeres argentinas, las colombianas y las brasileñas cuentan con una visión de su salud mucho mejor.

En cualquier caso, los inmigrantes tienen una percepción sobre su estado de salud ligeramente mejor que los residentes vascos o de otras provincias del Estado. Así, un 87% de los foráneos consultados, de entre 18 y 64 años, describen su estado de salud como “bueno o muy bueno”. No obstante, los vascos en la misma franja de edad disponen de una sensación mucho más crítica respecto a su bienestar físico.

Las consultas – realizadas a pie de calle y tanto a inmigrantes con papeles como en situación irregular – también revelan que las mujeres foráneas suelen presentar “una peor balanza de afectos” que los hombres; es decir, acusan en mayor grado las situaciones negativas que las positivas en su estancia en la CAPV. De cualquier modo, también en este sentido hay variaciones. Así, los subsaharianos (tanto hombres como mujeres) son los más insatisfechos.

En el colectivo marroquí, en cambio, las mujeres están algo más satisfechas que los hombres. Y, entre los latinos, el nivel es similar, excepto en los ecuatorianos, donde los varones suelen estar más satisfechos que las mujeres.

En cuanto al nivel de contento con su situación económica actual, los inmigrantes argentinos y los colombianos presentan la tasa más elevada y, por tanto, se observa cómo esa situación incide también en la percepción que tienen de su estado de salud. Por contra, aquellos que se encuentran menos satisfechos también destacan por revelar una mayor sensación de ser discriminados por la sociedad.

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