Ocio / Noche

Goles con otro acento

El Mundo, ADRIAN CORNEJO, 23-05-2007

Las competiciones se acaban y los inmigrantes buscan un lugar donde ver los partidos decisivos de su equipo del alma Finales de mayo. Los extranjeros más futboleros de la capital han sufrido todo el año de lo lindo para encontrar un lugar donde ver el día a día de su equipo del alma, por conocido que sea. Los incondicionales han hecho virguerías a través de la red o comprado el partido en la televisión de pago, con tal de verlo. Pero cuando llega un derbi o se juega para salir campeón crece el interés. Los televisores de algunos bares y restaurantes típicos se encienden para captar el matchball, aglutinar a compatriotas y, de paso, aumentar el negocio.


Los sábados o domingos, generalmente a primera hora, los aficionados alemanes se reúnen para ver los partidos de sus equipos en las pantallas de Fass (Rodríguez Marín, 84). El restaurante, que pronto pondrá pantallas en su sucursal de Arturo Soria, ofrece la posibilidad de ver los encuentros en un reservado o en la zona de cervecería, a través de proyectores, mientras se degusta la gastronomía germana (aunque también se incluyen platos internacionales).


Los que más alegrías se han llevado este año, los hinchas ingleses (colaron tres equipos en semifinales de la Champions) hacen de muchos de los irlandeses de Madrid su particular santuario. Uno de ellos es el Irish Rover (Avenida de Brasil, 7), donde cada fin de semana se televisa el mejor partido de la liga inglesa que no coincida con la española. Manchester, Chelsea y Liverpool son los equipos más vistos en este pub, donde el fútbol, la música, las copas y la comida tienen cabida (el menú incluye una gran variedad de hamburguesas, ensaladas y platos combinados internacionales).


Los fans del otro lado del océano, también hacen lo propio. Los argentinos se reúnen en locales como el bar de copas Xarandonga (Echegaray, 16) para ver su superclásico entre River Plate y Boca Juniors. Intermitentes en sus celebraciones los fans de los dos equipos «acá en Madrid» (aclara uno) conviven en armonía en un local amplio, con pantalla gigante y que siempre se acaba llenando de banderas albicelestes, de camisetas blancas (River) y azules (Boca) por igual.


Pero también hay fútbol más allá de las grandes ligas. Aunque no siempre televisan el partido (depende de la importancia y el canal por el que lo pasen), los domingos que lo hacen, los mexicanos se reúnen en Sabor a mí para verlo (Augusto Figueroa, 41). El café – restaurante es uno de los pocos lugares en los que se puede ver la liga mexicana en pantalla grande mientras se degusta la gastronomía del país (zumos, batidos, nachos, quesadillas…).


Los ecuatorianos, por su parte, escogen lugares como Mi lindo Quito (Marqués de Viana, 2) para repetir ritual: ven los partidos de la liga ecuatoriana (los menos importantes no los ofrecen) y disfrutan de platos tan típicos del país andino como el churrasco, el encebollado (caldo de pescado), la parrillada o el caldo de bagre (sopa espesa).

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