Pesar por la muerte de Orta

El periodismo canario está de luto. En la noche del domingo falleció en accidente de tráfico el periodista tinerfeño Cosme Orta Galindo, subdirector de informativos de la Televisión Canaria. Orta Galindo, que tenía 31 años, se licenció en Periodismo en la Universidad de Navarra y, antes de trabajar para la Televisión Canaria, fue redactor en Diario de Avisos y delegado de la agencia de noticias ACN Press en Las Palmas de Gran Canaria, entre otros cometidos. En todos ellos dejó acreditada su profesionalidad y su simpatía, valores que recuerdan con emoción quienes compartieron con él las tareas periodísticas. CANARIAS7 deja constancia expresa de su más sentido pésame, que traslada a la familia y a todos sus compañeros de la Televisión Canaria. Descanse en paz.

El vídeo del PSC, en www.Canarias7.es

Alucinado se quedó más de uno al ver el nuevo vídeo del PSC – PSOE. Encantados se quedaron otros. Lo cierto es que el equipo de Juan Fernando López Aguilar se lanza en el último tramo de la campaña a una ofensiva en toda regla para captar los votos de quienes estén descontentos con la gestión de nacionalistas y populares. El vídeo, que está dando mucho que hablar, puede ser consultado en el especial sobre las elecciones en la edición digital de CANARIAS7, en www.canarias7.es

La realidad de los cayucos, en Francia

Ya está a la venta en las librerías francesas Pueblo de clandestinos, un estudio sobre la inmigración ilegal que aborda también el fenómeno de los cayucos en las Islas Canarias. El libro escrito por el reportero y analista Smaïn Laacher, aborda el fenómeno de la inmigración ilegal desde la solicitud del asilo político hasta la búsqueda de una vida mejor en Europa, indicando que no interesan los medios ni la manera de inmigrar sino lo más importante es salir de ciertos países como Marruecos, África Occidental y Oriental, Pakistán, Yemen entre otros. Después de describir las tragedias de los clandestinos antes de llegar a Europa, empieza otra odisea para estos inmigrantes en los países de acogida, y señala que «el clandestino como se fuera en el confín del mundo, sin papeles, sin entidad, excluido de la política, de la economía y lo más importante de la ciudadanía». El título del libro es también el de un capítulo que aborda la presencia de los subsaharianos en los bosques de Belyunech, en el norte de Marruecos y a pocos kilómetros de Ceuta. Ahora que esa realidad ya se puede leer en Francia, sólo queda ver si entre los galos aumenta la sensibilidad ante este fenómeno y, de paso, la implicación de su Gobierno en las labores de vigilancia y atención humanitaria que presta el operativo de la Unión Europea denominado Frontex.