El cónsul mauritano ayudará a buscar a las familias de los náufragos fallecidos
El Mundo, , 22-05-2007Las autoridades de Mauritania van a hacer lo posible por ayudar a localizar a las familias de los náufragos que fueron localizados cerca de Cabo Verde hace un año, antes de desaparecer para siempre en el océano Atlántico. Así lo aseguró ayer a EL MUNDO el cónsul general de Mauritania en Las Palmas, Abdou Ould Ahmed Sevir, quien, no obstante, aseguró que «va a resultar muy difícil».
Sevir había recibido ayer mismo por la mañana el CD con las fotos que le hizo llegar el biólogo español Luis Felipe López Jurado, en las que pueden verse los cadáveres de 10 personas, todos jóvenes de raza negra. El investigador las obtuvo en la isla caboverdiana de Santiago, donde le fueron entregadas por miembros de la Capitanía del puerto para ver si podía colaborar en la identificación de los cadáveres desde Canarias.
Las fotos habían sido tomadas por unos pescadores del país africano el 10 de marzo del año pasado, tras toparse con el cayuco a la deriva. Cuando la policía naval de Santiago fue a rescatar los cuerpos en alta mar ya no pudo encontrarlos. En las imágenes se ve la matrícula de la barca: AI NDB111, lo que podría situar su salida en Nuadibú, una ciudad portuaria del norte de Mauritania, posiblemente con destino en las islas Canarias.
La hipótesis que se maneja es que les fallara el pequeño motor fuera borda que llevaban y acabaran al albur de las corrientes atlánticas que van hacia el sur.
Lugar de partida
«Si se confirma que partieron de la costa de Nuadibú, podemos hacer gestiones para intentar averiguar si un barco de esas características se perdió en aquellas fechas y no se ha vuelto a tener noticias de sus ocupantes y de quién era su propietario», señalaba el cónsul mauritano en conversación telefónica. «No obstante, creo que con las fotos va a resultar muy difícil identificarlos porque no se les ven bien las caras. Sinceramente, es casi imposible, pero se puede intentar», señalaba Sevir.
El cónsul también aseguró que, desde que está en Canarias, es la primera vez que se requiere su ayuda para este tipo de identificaciones de náufragos, pero el científico español es la única vía que, según afirma, ha encontrado para cumplir con su encargo, además de darlo a conocer a la opinión pública «para que se vea el horror de lo que está pasando en el océano, no muy lejos de nuestros hogares».
El biólogo, por su parte, también pedirá la colaboración de personas que conoce en la costa de Mauritania, a raíz de un programa de conservación de la foca monje que puso en marcha hace varios años. No obstante, es consciente de que éste es «sólo uno de los muchos casos» de naufragios de inmigrantes africanos que se producen en su camino hacia Europa y «que nunca llegamos a conocer». Las ONG estiman que una de cada tres barcas que salen de Africa no llegan nunca a su destino.
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