REPORTAJE: Elecciones 27M Chequeo a los municipios

Alcorcón en tres idiomas

Una rumana, una marroquí y un ecuatoriano hablan de su vida en el municipio en el que estalló un enfrentamiento xenófobo

El País, PILAR ÁLVAREZ, 22-05-2007

“Tú te quedas quietico en el sofá”. José Ramón Jami no dejó salir aquella noche a su hijo de 18 años cuando lo llamaron sus amigos. “Vente, hay movida”, le dijeron. Pero Jami, un ecuatoriano enjuto de 46 años que lleva cinco en Alcorcón, le obligó a quedarse. “Al día siguiente vimos lo que pasó por televisión”, añade Jami. Lo que pasó el 21 de enero fue una reyerta multitudinaria entre latinoamericanos y españoles con siete heridos y nueve detenidos. Acudieron los antidisturbios. Y la pelea en este municipio del suroeste madrileño, con 164.000 habitantes, saltó a los medios de comunicación.

Cuatro meses después, la seguridad se ha convertido en un tema clave de la campaña electoral para la oposición, junto a la falta de limpieza en calles y fachadas, más vivienda pública y una solución para los atascos en Alcorcón – que tiene un censo de votantes superior al de Albacete, con 124.821 votantes.

“Los incidentes de enero fueron algo puntual, pero la inseguridad es real, siguen los chantajes en las canchas y los robos de móviles”, señala Fernando Díaz, candidato del PP, de 53 años.

El actual alcalde y aspirante por el PSOE, Enrique Cascallana (54 años) – que arrebató la alcaldía a los populares en 2003 y gobierna con IU, asegura que Alcorcón es “una muestra de solidaridad” y la convivencia es ejemplar, algo que comparten el resto de partidos. Según datos municipales, el 12,3% de la población es inmigrante – un 5% más que hace cuatro años – , principalmente de Marruecos, Rumania y Ecuador. Tres vecinos de esas nacionalidades analizan su experiencia.

“Alcorcón es muy acogedor, pasan cosas como en todas partes, pero a mí nadie me ha molestado ni ha venido a preguntarme qué busco yo aquí”, explica Vasilica Stir, mediadora intercultural en el Ayuntamiento del municipio. Es rumana, tiene 50 años y lleva tres en Alcorcón. “Nada más llegar a la estación de tren el primer día me sentí como en casa”, añade. Su único reproche es “la falta de opinión pública”, porque “si algo no te convence, tienes que reivindicar”, explica sentada en el parque de La Ribota.

Vasilica vive de alquiler en una urbanización junto al teatro Buero Vallejo, en el que estos días se expone una maqueta de la última gran propuesta cultural: el Centro de Creación de las Artes, con capacidad para 1.424 asistentes. El PSOE quiere instalarlo junto a los castillos de Valderas. El PP ha recogido 1.500 firmas para pedir que el proyecto se traslade al Ensanche Sur, donde “no existe ninguna dotación”, explica el candidato popular.

El ecuatoriano José Ramón Jami, que viajó de su país a Madrid hace siete años para correr un maratón y ya no regresó, ha comprado un piso con su mujer que terminarán de pagar sus cuatro hijos. “Cuando mi mujer y yo volvamos a mi país, ellos se harán cargo de la hipoteca a 40 años que tenemos”. El precio medio del metro cuadrado es de 3.013 euros, 1.200 más que en 2003, según datos municipales.

El PSOE asegura que se han promovido 7.626 viviendas públicas en cuatro años, el PP replica que aún no se ha entregado ninguna. IU, socia de gobierno, incluye en su programa 4.750 pisos de alquiler con mensualidades entre 200 y 250 euros “para que los jóvenes puedan emanciparse”, asegura la candidata, Adela Otero, actual concejal de la Mujer. Su programa propone la construcción de ocho nuevos aparcamientos en el centro de Alcorcón, más centros de salud y más suelo industrial.

El PP arremete contra la política de vivienda de Cascallana. “Ha sorteado 3.500 viviendas pero no ha entregado ninguna”, asegura Fernando Díaz, que promete garantizar el acceso a vivienda pública “para las familias con rentas bajas”. Díaz fue concejal de Urbanismo, Obras Públicas, Hacienda y Contratación durante el mandato 1999 – 2003. “Cuando fui concejal de Urbanismo no pude hacer ni un piso, así que la vivienda pública es mi cuenta pendiente”, reconoce.

Nabila Harrous es marroquí. Tiene 37 años y en un mes dará a luz a su primer hijo. “Me gusta ir al parque de Polvoranca con otras mujeres y sus niños a pasar la tarde. Alcorcón tiene muchos parques y eso está muy bien”. Las zonas verdes han crecido 1,5 millones de metros cuadrados desde 2003, según el PSOE. Tras cinco años en Alcorcón, la única pega que pone Nabila es la suciedad: “Hay muchas cacas de perros”, añade arrugando la nariz.

El alcalde admite “fallos” en la limpieza, pero destaca el “esfuerzo” para borrar los graffitis que llenan las fachadas de Alcorcón con una plantilla de 40 trabajadores municipales. “Han empezado tres meses antes de la campaña, pero todo sigue sucio”, replica Elena Fernández, presidenta de la asociación de vecinos del Parque Oeste. No es su única queja. Su barrio, una zona de pisos nuevos separada del resto por la vía del tren, está rodeado por centros comerciales y se colapsa con los coches de los que acuden a comprar. Los atascos afectan al acceso al Hospital Fundación de Alcorcón, que también se ha construido al otro lado de la vía.

“Si te toca ir al médico en Navidad estás perdido, los coches no te dejan cruzar”, asegura Fernando Díaz, del PP. El candidato del PSOE repite en su nuevo programa una propuesta que ya prometió en 2003: soterrar 6,5 kilómetros de las vías de tren y poner encima un bulevar con árboles.

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