El puerto de Los Cristianos, punto clave de entrada de 'sin papeles'
Diario de noticias de Gipuzkoa, 21-05-2007tenerife. El puerto de Los Cristianos, en el Sur de Tenerife, en el que la semana pasada desembarcaron más de 400 de los 464 inmigrantes llegados a las islas, se ha convertido en un punto estratégico para la recepción de los indocumentados que llegan en cayuco desde el África subsahariana en busca de una vida mejor.
En Los Cristianos resulta más fácil el traslado de los inmigrantes a la Comisaría del Sur de Tenerife, a los juzgados de Arona, para identificar a estas personas, así como a los centros hospitalarios, pues todos estos edificios se encuentran a pocos metros del muelle sureño.
Cuando se prevé una llegada masiva, los miembros de Cruz Roja instalan un hospital de campaña con el material necesario para paliar las quemaduras, hipoglucemias, deshidratación y torceduras; patologías más frecuentes de la mayoría de los inmigrantes que arriban al puerto.
Cruz Roja ofrece a los recién llegados mantas, ropa limpia, calzado, zumos y galletas y también están disponibles ambulancias medicalizadas por si fuera necesario trasladarlos a un centro hospitalario.
Los cayucos que van llegando quedan acumulados en la bahía de Los Cristianos junto a las embarcaciones pesqueras, las pequeñas lanchas y los barcos de pasajeros.
Algunas embarcaciones, con el paso del tiempo, se hunden en esta bahía como consecuencia de los daños sufridos en la travesía hacia Canarias, que, en ocasiones puede durar más de diez días.
En septiembre del pasado año, el mal tiempo hizo que los cayucos que estaban amarrados junto al muelle quedasen varados en la playa de Los Tarajales, frente a los hoteles y ante la mirada de los turistas.
Desde entonces, la Delegación del Gobierno de Canarias y Puertos de Tenerife, procura no mantener mucho tiempo estas embarcaciones en el agua. Un camión grúa traslada estos pesados barcos, que pueden llegar a medir más de diez metros de eslora y tres de manga, a un solar próximo ubicado en la zona de El Mojón (Arona) donde permanecen tirados, conservando el colorido de su decoración, su estructura intacta y numerosos objetos que definen historias vividas durante el arriesgado viaje.
En las últimas embarcaciones depositas en El Mojón se pueden ver restos de carbón utilizado para cocinar y, aunque se conservan varios barriles de gasóleo, no hay rastro de los motores que los hacen navegar hasta Canarias.
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