La expulsión afecta sólo a la mitad de los subsaharianos que arribaron a las islas El Ministerio del Interior anunció ayer que 750 inmigrantes irregulares llegados a Canarias durante la última semana han sido repatriados a sus países de origen. El titular del departamento, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó que sólo durante la noche del sábado al domingo fueron enviados a su país 600 clandestinos, una campaña de expulsiones masivas que, en opinión del ministro, debe ser un “mensaje inequívoco para las mafias: quien entra irregularmente a España, lo más probable es que vuelva a su país de origen”.

Pérez Rubalcaba precisó que esta operación de repatriación multitudinaria ha sido posible gracias a la “inestimable” ayuda del Ejecutivo de Dakar.

De hecho, los seis centenares de inmigrantes ilegales devueltos en las últimas horas eran de nacionalidad senegalesa. A este grupo, precisó, hay que sumar a otros 150 irregulares procedentes de Marruecos, Mauritania y Guinea – Bissau, que ya han sido trasladados a sus países a lo largo de esta semana.

El ministro, que reconoció que durante los últimos días se ha producido una “llegada importante” de embarcaciones ilegales al archipiélago, garantizó, no obstante, que durante la próxima semana serán expulsados todos los irregulares arribados durante esta última oleada.

Según los cálculos oficiales, desde que el pasado 10 de mayo mejorara el tiempo y comenzara la llegada masiva de cayucos, algo menos de 1.500 inmigrantes (la inmensa mayoría subsaharianos) han ganado las costas de las Islas Canarias. Hasta el momento sólo se ha repatriado a la mitad de los extranjeros arribados en mayo. Sólo entre el 10 y el 15 de mayo, la semana más intensa, tocaron tierra 1.150 indocumentados de Mauritania y Senegal.

El fin de semana ha sido tranquilo en cuanto a llegada de cayucos y pateras. Un total de catorce inmigrantes llegaron en dos embarcaciones a las costas de las Islas Canarias entre sábado y domingo. La última patera, con nueve inmigrantes, arribó el sábado por la noche a Charco de Palo, en Lanzarote, antes de que llegaran los servicios de emergencia.

Todos los pasajeros, entre los que figuraban cinco menores de edad, se encontraban en buen estado de salud, por lo que no fue necesario que los servicios de emergencia que les atendieron les llevaran a un centro hospitalario.

La otra patera, con cinco inmigrantes ilegales de origen magrebí, fue interceptada el sábado por la mañana por una patrullera cuando se dirigía hacia la playa Casa de la Señora, en Morrojable en la isla de Fuerteventura.