Pese a la mano dura del Gobierno, el flujo de pateras hacia Canarias continúa aunque más atenuado. Durante el fin de semana, catorce inmigrantes – cinco de ellos, menores – han arribado en dos cayucos a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, según los servicios de emergencia.

La última embarcación, con nueve personas a bordo, llegó el sábado cerca de las diez de la noche a Charco de Palo, en la localidad de la costa de Teguise, en Lanzarote, poco antes de que aparecieran los servicios de emergencia, que habían recibido un aviso de la Guardia Civil. Todos los ‘sin papeles’, entre los que figuraban cinco menores, se encontraban en buen estado de salud, por lo que no fue necesario trasladarles a un hospital.

La otra patera, con cinco ocupantes de origen magrebí, fue interceptada horas antes por una patrullera del instituto armado cuando se dirigía hacia la playa Casa de la Señora, en Morrojable, en el municipio de Pájara de la isla de Fuerteventura. Los clandestinos partieron, según todos los indicios, de la costa marroquí. Tras tomarles declaración, fueron ingresados en el centro de retención de la isla, a la espera de ser devueltos a sus países de origen.