Un total de 750 inmigrantes indocumentados que habían llegado a Canarias en los últimos días han sido repatriados durante la última semana, según informó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en lo que pretende ser un “mensaje inequívoco a las mafias”. La noche del sábado regresaron a Senegal alrededor de 600 personas. Ese mismo día llegaban a las costas canarias dos pateras más, con 14 sin papeles.

Poco antes de participar en un mitin en Vigo (Pontevedra), el ministro Rubalcaba recordó que el pasado fin de semana hubo una llegada “importante” a Canarias de embarcaciones con inmigrantes indocumentados, tras lo que el Gobierno anunció que se repatriaría a quienes entrasen de forma irregular en España. Las 750 repatriaciones, dijo el ministro, suponen un “mensaje inequívoco a las mafias”, para indicarles que “quien entra ilegalmente en España, lo más probable es que vuelva a su país”.

Rubalcaba agradeció la colaboración de los países de origen de estos inmigrantes e insistió en que el mensaje a las mafias “tiene que quedar claro”, aunque, “personalmente”, dijo, le parezca un “tema duro”. El ministro explicó que el sábado por la noche se expulsó a Senegal a un total de 600 personas, que se suman a un grupo de 150 inmigrantes procedentes de Marruecos, Mauritania y Guinea – Bissau que fueron repatriados con anterioridad. Durante la próxima semana, el Ministerio del Interior iniciará las repatriaciones del resto de los inmigrantes que han intentado entrar ilegalmente en España, anunció.

En línea con lo ocurrido días anteriores, dos pateras más, en esta ocasión con 14 inmigrantes, llegaron al litoral canario el sábado pasado. La primera embarcación, con cinco personas de origen magrebí a bordo, fue interceptada por la mañana por una patrullera de la Guardia Civil cuando se dirigía a una playa de Morrojable, en el municipio de Pájara (Fuerteventura). Los inmigrantes salieron, según todos los indicios, de la costa marroquí. Tras tomarles declaración, fueron ingresados en un centro de retención a la espera de ser devueltos a su país de origen. La ley prevé que en ese centro puedan estar hasta un máximo de 40 días.

La otra patera, con nueve inmigrantes a bordo, arribó por la noche a Charco de Palo, en la costa de Teguise, en Lanzarote, antes de que llegaran los servicios de emergencia. Todos los sin papeles, entre los que figuraban cinco menores de edad, se encontraban en buen estado de salud.