El subdelegado del gobierno en Girona, Francesc Francisco – Busquets, explicó ayer que la recogida de certificados y la inscripción en el registro central ha provocado el colapso de las oficinas de Extranjería de Girona, pero aseguró que con medidas como la utilización de la comisaría de la Policía Nacional de Pedret como oficina de inscripción, en unos dos meses las colas habrán desaparecido.

Francesc Francisco – Busquets explicó que en los últimos dos meses se ha producido un alud provocado en parte por la entrada en vigor hace un mes del real decreto que obliga a los ciudadanos comunitarios a inscribirse en el registro central para obtener un certificado que les permita hacer cualquier tipo de gestión financiera y esto «ha creado una presión en las oficinas casi insoportable».

Ante esta situación, la subdelegación ha habilitado la comisaría de Policía Nacional del Barri Vell, que atiende desde el jueves a los ciudadanos comunitarios que necesitan inscribirse en el registro central. Hasta ahora, este trámite se hacía en la oficina de Extranjería de la carretera de Santa Eugenia.

El subdelegado del Gobierno en Girona explicó que en esta comisaría se atrae un 30% de las personas que diariamente hacen cola ante la oficina de Extranjería de Santa Eugenia, que son en un 90% rumanos, y que confía que de esta manera se reducirá la afluencia.

Francisco – Busquets apuntó que la llegada masiva e inesperada de rumanos colapsó las oficinas de Extranjería, a pesar que también reconoció que parte de este grueso de inmigrantes corresponde también a la recogida de expedientes que se iniciaron a raíz de la apertura del último proceso de regularización.

En este sentido, explicó que se ha reducido notablemente el tiempo de espera para obtener la tarjeta de residencia; «Llevábamos cierto retraso y ahora nos hemos puesto al día, antes se hacía en 7 meses, ahora tardamos unos 3 y esperamos hacerlos en mes y medio», afirmó el subdelegado.