La candidata de ICV – EUiA por Barcelona se enfrenta incluso a los miembros de su Gobierno Como si fuera la alcaldesa, Imma Mayol lideró ayer la defensa de la gestión del Ayuntamiento de Barcelona ante un Jordi Hereu centrado en su partido, el PSC. Se encaró Mayol a los representantes de la oposición pero también a los de su Gobierno, a quienes aseguró que ha sido su formación la que ha logrado mejorar Barcelona.

El primer dardo de la candidata de ICV – EUiA fue directo a los socialistas, a quienes acusó de «falta de coraje» al no haber impulsado una ley que permita votar a los inmigrantes. Reforzada con datos, le recordó Mayol a su jefe en funciones que el 12 de julio entró un proyecto de ley en el Congreso para que «84.000 personas que ahora no pueden votar lo puedan hacer», algo que no ha prosperado, insistió la ecosocialista, «por la falta de coraje de los socialistas».

En el único debate televisado entre todos los candidatos a la Alcaldía de Barcelona, fue un Jordi Portabella (ERC) extremadamente serio quien recogió el guante de Mayol cuando se hablaba de inmigración y defendió también el derecho a voto de los inmigrantes «que llevan cinco años viviendo en el país». Tuvo que ser el moderador, Josep Cuní, quien ofreciera el turno de palabra al alcalde para defender su postura. «Parece que esta noche no conseguiremos el consenso necesario», apuntó Hereu en tono apagado, para defender después que «sólo a partir de las políticas progresistas» se puede lograr la tan repetida «cohesión social» que abandera como respuesta a todos los males.

Un encendido y batallador Alberto Fernández (PP) criticaba la falta de servicios sociales y aseguraba que los inmigrantes ilegales no pagan impuestos y usan esos servicios. Sus palabras lograron enfadar a Mayol, quien le llamó «irresponsable» y tachó el discurso del popular de «xenófobo, indigno, indignante, inaceptable».Y lo hizo con más datos: El Ayuntamiento ha doblado el servicio de acogida de 10.000 a 21.000 personas, dos de cada tres contratados son extranjeros, de los que el 28% cuentan con estudios superiores frente al 19% de los autóctonos. Entró entonces Hereu para aseverar: «Todo gracias a los socialistas, que somos los que lideramos los avances». La frase en cuestión, la que podría resumir la postura del alcalde, logró poner de acuerdo por una sola vez al resto de candidatos, quienes contestaron con un unánime «no» a sus palabras. En contra unos por sentirse al menos coprotagonistas, en contra otros por no estar de acuerdo con lo de los avances.Como Xavier Trias (CiU), quien acusó a Hereu de sufrir «una crisis de triunfalismo» y le instó a «controlar el padrón y los pisos patera».

Con un discurso centrado también en la ley y el orden, Trias reclamó más servicios sociales para que los ciudadanos no protesten ante la inmigración. «Ya habla el socialdemócrata, eh», comentó un sarcástico Hereu ante la risa de sus compañeros de Gobierno.Fue quizás este el único instante en el que apareció la complicidad entre los tres miembros del Ayuntamiento. Porque al tratar la cuestión de la vivienda, el candidato republicano acusó a Iniciativa de «inexistencia de políticas de vivienda» y «rehuir sus responsabilidades en política de vivienda y política de suelo». Mayol, sorprendida, le recordó a Portabella: «Usted no es mi adversario, pero no sé si usted lo tiene tan claro, ahora ha estado un poco ridículo».Lo decía porque Portabella aseguró que es desde su llegada al Gobierno tripartito que las políticas de vivienda han tomado empuje en la ciudad, algo que Mayol le reprochó con sorna: «Sí, fue llegar usted y se encendió la luz». Fernández aprovechó el rifirrafe para apuntalar su discurso y señalar que «se pelean como si nunca hubieran gobernado juntos».

El debate, retransmitido por TV3 y BTV simultáneamente, duró unas dos horas y sirvió para que los alcaldables plantearan sus propuestas sobre inmigración, vivienda, infraestructuras, seguridad y pobreza. En este último apartado volvió Mayol a defender la gestión municipal, ante lo que Hereu aseguró: «No pienso admitir lecciones de nadie en políticas sociales». En cuanto a seguridad, el alcalde defendió de nuevo a su partido y dijo que «para los socialistas la seguridad es un derecho».

Tuvo que ser Mayol de nuevo quien liderara el debate y centrara la discusión. «Estaría bien explicar a quienes nos están viendo las cosas en las que estamos de acuerdo». Pero no le hicieron caso. Y es que discutieron incluso para conseguir el lugar escogido para salir en la foto que se tomaba antes del debate. Ya lo advirtió Hereu, no hubo ayer tiempo para el consenso.