bilbao. Eran colombianos y hablaban en japonés. Catorce personas han sido detenidas acusadas de robar y atracar un mínimo de 15 joyerías, sucursales bancarias y furgones blindados en casi todas las provincias del Estado Español, incluyendo Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa. Eran colombianos, pero se comunicaban por teléfono en japonés para evitar que la policía identificara sus acciones (tenían el teléfono pinchado). Aun así, la Policía Nacional les detuvo, a siete de ellos en Madrid y a siete en el municipio granadino de Baza.

En el grupo, informó ayer el jefe de la sección de drogas y crimen organizado, José Luis Fernández, figuraban también dos joyeros de nacionalidad española que se dedicaban a blanquear el botín en sus establecimientos, comprando y revendiendo las joyas robadas. Para más inri, los colombianos se sirvieron de pasaportes falsos obtenidos a través de funcionarios corruptos de México, Guatemala, Venezuela y Costa Rica, que les permitían viajar al Estado sin el visado correspondiente.

La gran mayoría tenía pendiente requisitorias por delitos anteriores en diferentes países. De hecho, hablaban japonés porque aprendieron el idioma durante un periodo de tiempo en el que residieron en el país asiático.

La banda actuaba de forma itinerante. Estaba establecida en Madrid y se desplazaba a las ciudades para cometer los atracos, en los que en casi en ninguna ocasión empleaban la violencia. Durante los seis meses que la Policía estima que estuvo operando el grupo, se calcula que pudo haber vendido objetos robados valorados entre uno y dos millones de euros. Además, se han intervenido 20 kilos de joyas, fundamentalmente de oro, brillantes y zafiros, y teléfonos móviles (botín valorado aproximadamente en un un millón de euros) y se han incautado de 6.000 euros en efectivo y entre 1.000 y 2.000 dólares.

Los detenidos tienen entre 20 y 40 años y también hay varias mujeres. Actuaban en pequeños grupos y, mientras unos distraían a los empleados, otros aprovechaban el descuido para sustraer dinero u objetos. Sólo en dos ocasiones les pillaron in fraganti. La última a finales de abril, cuando fueron sorprendidos al tratar de asaltar dos entidades bancarias en Torrelavega, logrando los agentes detener a uno de los integrantes del grupo.