La Policía intervino 80 expedientes durante un registro en Extranjería

Agentes del CNP de la Ucrif se llevaron una unidad informática del domicilio del funcionario detenido el pasado miércoles por un presunto delito de cohecho. Cinco extranjeros siguen a disposición policial por sus conexiones con esta red.

El Día, J.D., S/C de Tenerife, 18-05-2007

Policías nacionales adscritos a la Unidad Central Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (Ucrif) de la Jefatura Provincial de Santa Cruz de Tenerife intervinieron el pasado miércoles 80 expedientes y un ordenador personal en los dos registros domiciliarios que afectaron al funcionario de la Oficina de Extranjería de la capital tinerfeña que fue arrestado, junto con otros cinco extranjeros, por su presunta implicación en un delito de cohecho y falsedad documental.

Doble registro.- Agentes de paisano del CNP recibieron en las primeras horas de la mañana del miércoles la autorización judicial para efectuar un registro en la sede de la Oficina de Extranjería de la calle de La Marina de la capital tinerfeña y otro en el domicilio del funcionario que estaba siendo investigado. Después de varias horas de trabajo, los agentes se marcharon con 80 expedientes oficiales y un ordenador personal. El contenido de los documentos y del disco duro del equipo informático se analizan en estos momentos por expertos de la Policía Nacional. Ayer, supuestamente, no hubo arrestos, pero no se descarta que en las próximas horas la lista de imputados pueda engordar.

Proceso laborioso.- Antes de que se cerrara la captura del administrativo de la Oficina de Extranjería de Santa Cruz de Tenerife ya se sabía que las diligencias iban a ser muy ásperas. Al parecer, fue otro funcionario el que alertó a los policías de las supuestas irregularidades que cometía de forma habitual el arrestado, quien posiblemente se comunicaba con cierta frecuencia con otras cinco personas naturales de Argentina, Bulgaria, China y Polonia para acordar una estrategia consistente en la falsificación de documentos oficiales y el cobro de pequeñas cantidades económicas por la obtención de documentos públicos. En principio, el funcionario era el primer eslabón de una supuesta cadena para negociar la concesión de papeles falsos.

Viejas sospechas.- Fuentes próximas al caso confirmaron ayer a esta redacción que “hacía tiempo que se sospechaba que podía estar ocurriendo algo extraño”. A pesar de que las diligencias están protegidas por el secreto de sumario, ya se conoce que en los puestos clave de esta organización supuestamente se encontraban el funcionario y un argentino, que a su vez cuenta con pasaporte español. Por debajo de éstos, se colocaban las personas que realizaban labores de correos: recogida y entrega de los papeles presuntamente falsificados, así como el cobro de las cantidades pactadas por la elaboración de los mismos. En resumen, la de ayer fue una jornada tranquila y de análisis después de la media docena de arrestos y la incautación de 80 expedientes y un ordenador que se cerraron el miércoles.

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