Rajoy tiende la mano a Convergència al resaltar la cultura del pacto del PP

El Periodico, MONTSE MARTÍNEZ, 18-05-2007

Con la tarjeta de presentación del “sentido común” y la “fiabilidad”, el presidente del PP, Mariano Rajoy, se ofreció ayer, aunque sin nombrarla, a CiU para futuros y, con toda probabilidad, necesarios pactos de gobierno. “Sabemos pactar y lo que decimos, lo cumplimos”, dijo Rajoy en Barcelona en el mitin de apoyo al candidato Alberto Fernández Díaz.
Sabedor de que el recurso de inconstitucionalidad contra el Estatut presentado por el PP ha enturbiado las relaciones con los nacionalistas, Rajoy hizo algo más que tenderles la mano. Se entregó por completo. No solo está en juego la gobernabilidad en unos cuantos municipios catalanes – – en especial Tarragona – – sino, más a largo plazo, quizá el próximo gobierno del Estado.
“Sabemos contribuir a la gobernabilidad, lo hemos demostrado en los últimos ocho años en Catalunya votando los presupuestos porque nunca hemos boicoteado las instituciones”, dijo para volver a insistir: “Pactaremos con cualquier fuerza política sin renunciar a nuestros principios”. En un pabellón de Sant Andreu lleno pero sin apretones, Rajoy abordó a renglón seguido ante sus 1.200 seguidores la espinosa cuestión de la inmigración, uno de los ejes programáticos del PP en esta campaña.

ANTE TODO, ORDEN
“Soy gallego – – espetó el presidente del PP – – y estoy a favor de la inmigración”, dijo a modo de introducción antes de profundizar: “Pero la quiero ordenada porque no caben todos”. Rajoy anunció entonces que, si gobierna, suprimirá por ley las regularizaciones masivas de inmigrantes. “No existen en ningún país porque es disparatado”, zanjó el líder popular.
Visiblemente inmerso en su discurso general de campaña, Rajoy también fue consciente de que estaba en Barcelona para apoyar al candidato a la alcaldía. Alberto Fernández. Aunque no fue, ni por asomo, el pilar de su intervención, el líder del PP dijo, con aparente convencimiento, que “el cambio en Barcelona es posible y hace falta tras 28 años de gobierno de izquierda”.
Elogió entonces a la ciudad – – “enorme, referente en el mundo entero” – – y luego al candidato del PP a ocupar la alcaldía. Satisfecho, sonriente, Alberto Fernández escuchó del máximo líder que es “un hombre preparado, que conoce como nadie los problemas de la inmigración, que es el concejal que más barrios se ha pateado y más personas conoce en esta ciudad”. “No ha hecho otra cosa que prepararse para esta ocasión – – añadió – – y tiene ganas, coraje y propuestas”. Hasta aquí su interés por Barcelona que, aseguró, “estará mucho mejor cuando se produzca el cambio y la gobierne el PP”.

PRESENCIA BATASUNA Y
de nuevo, el líder del PP volvió a sus lides contra Zapatero al que, al final, acabó nombrando tras eludir su nombre en varias ocasiones para que no le acusaran de “crispar” el ambiente. Rajoy arremetió contra el presidente del Gobierno por las listas electorales con supuesta presencia de Batasuna.
“Si Zapatero quiere que Batasuna esté en estas elecciones que tenga la gallardía de decirlo”, dijo Rajoy para, a renglón seguido, añadir: “Lo que no puede hacer es decir que aplica escrupulosamente la ley de partidos porque eso es engañar a la gente”. Rajoy pidió al presidente “que diga la verdad”. “Con eso me vale”, dijo arropado por el aplauso de sus seguidores.
Rajoy no perdió la oportunidad de incidir en la seguridad, otro de los ejes de campaña junto con la inmigración. Recibieron los okupas y, con ellos, los “demagogos” – – según les calificó el líder popular – – que les defienden como adalides de una “forma alternativa de vida”. Rajoy hacía referencia a la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo. Sin olvidar que la candidata de ICV – EUiA a la alcaldía de Barcelona, Inma Mayol, defiende idénticos argumentos.

UN CABLE PARA ALBERTO
“Si hay alguien que cree que esto de los okupas es una forma alternativa de vida, que los meta en su casa”, dijo Rajoy, fuertemente jaleado en ese momento por el público, para, inmediatamente, demandar “seriedad” a los políticos que están en el gobierno. “Además de gobernar, debe hacerse pedagogía – – insistió – – y la casa de uno es de uno, si no, que pongan la suya a disposición”.
Con esta referencia a los okupas, el presidente del PP echaba un cable al candidato popular a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, en su particular cruzada contra el colectivo en la ciudad.
Rajoy no perdió la oportunidad de incidir en la seguridad, otro de los ejes de campaña junto con la inmigración. Recibieron los okupas y, con ellos, los “demagogos” – – según les calificó el líder popular – – que les defienden como adalides de una “forma alternativa de vida”. Rajoy hacía referencia a la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo. Sin olvidar que la candidata de ICV – EUiA a la alcaldía de Barcelona, Inma Mayol, defiende idénticos argumentos.

UN CABLE PARA ALBERTO
“Si hay alguien que cree que esto de los okupas es una forma alternativa de vida, que los meta en su casa”, dijo Rajoy, fuertemente jaleado en ese momento por el público, para, inmediatamente, demandar “seriedad” a los políticos que están en el gobierno. “Además de gobernar, debe hacerse pedagogía – – insistió – – y la casa de uno es de uno, si no, que pongan la suya a disposición”.
Con esta referencia a los okupas, el presidente del PP echaba un cable al candidato popular a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, en su particular cruzada contra el colectivo en la ciudad.

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