"También la extrema derecha austriaca propuso cupos de inmigrantes en los centros"
Diario de noticias de Alava, , 18-05-2007vitoria.En su discurso hace especial referencia a la indentidad, una identidad que no es estática, que se va creando con la mezcla de culturas.
Es cierto, y la gente no tiene mucha conciencia de ello, tan sólo de pertenencia pero no de la parte cambiante.
Y eso enriquece, ¿no?
Claro, de hecho ser competentes en distintos grupos culturales es algo que está siendo demandado por el mercado, por la sociedad. En EEUU, por ejemplo, la Universidad de Harvard, la más importante del mundo, está llevando a gente de distintas culturas porque es una universidad que crea liderazgos y sabe que el líder tiene que tener competencias en esta materia. Concretamente hay una muchacha gitana del barrio de la Mina, en Barcelona, que probablemente estudie en Harvard, pero no por hacerle un favor, sino porque lo creen necesario.
¿Y de eso no se han dado cuenta todavía aquí?
¡Pero si los que mandan están diciendo que la gente que viene nos empobrece! Intentan que cale esa idea de una sola cultura; es la forma que tienen de cohesionar la sociedad. Nos sentimos todos vascos y vascas y qué felices somos, pero tú eres empresario y yo soy minero, y lo que hacen en el fondo es ocultar tensiones sociales.
Usted está muy implicado con el sector de la Educación, de hecho trabaja en el Berritzegune, y por lo que dice juegan con ventaja aquellos alumnos que comparten su aula con gente de distintas culturas que los que no. ¿Eso lo tiene claro todo el mundo?
Qué va. Hay quien dice que hay que integrar y que las escuelas están haciendo guetos. ¿Y por qué siempre los guetos los hacen los de fuera? ¡A nadie se le ha ocurrido separar a los blancos!
Entonces estará en desacuerdo con el planteamiento del Departamento de Educación de no permitir que los centros acojan más de un 30% de alumnado inmigrante.
La política de cuotas es una política fracasada. En Europa la inició la extrema derecha austriaca y parece ser que alguien la quiere seguir. A un colegio de judíos nadie le llamaría gueto, como tampoco al colegio americano de Bilbao, al francés o al alemán. ¿Por qué a los marroquíes sí?
Pero lo cierto es que en toda la comunidad autónoma vasca hay un efecto huida en los centros donde se concentran los inmigrantes.
Es que quienes realmente crean los guetos son los propios padres, que son los que sacan a sus hijos de la escuela basándose en estereotipos. Lo que tenemos que hacer ahora es recuperarlos a través de proyectos, y no de cagaditas, como pueden ser las comunidades de aprendizaje, donde entran en interacción la familia, la calle y la escuela.
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