La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Amnistía Internacional (AI) y Médicos del Mundo urgen al Gobierno a que traslade a España a los 23 inmigrantes del ‘Marine I’ que permanecen detenidos en un hangar de pescado en Mauritania desde hace tres meses si no quiere escribir una «página negra» en la historia de los derechos humanos.

El «limbo legal» en el que se encuentran estas personas que no han sido acusadas de nada, pero que están detenidas en condiciones denigrantes, ha activado las alarmas entre los profesionales sanitarios. Pau Pérez, psiquiatra de Médicos del Mundo que atendió a estas personas, advirtió de que se han detectado siete personas con depresión grave, seis con cuadros de ansiedad y angustia repetitivos, cuatro con ideas recurrentes de suicidio y dos con agitación grave y riesgo de sicotizarse.

Los inmigrantes conviven en 25 metros cuadros de los que no se les permite salir, sufren inactividad, incomunicación, falta de higiene y exposición a temperaturas extremas. Hasta hace poco carecían de luz eléctrica y tampoco se les permite salir al exterior. El objetivo de estas ONG es que finalmente se tramiten en España las peticiones de asilo de estas personas, que dicen ser de Cachemira. Ayer mismo, los 23 inmigrantes presentaron un recurso de ‘habeas corpus’ para solicitar ampara de un juez español, aunque España ya ha transmitido que la responsabilidad, en todo caso, sería del Gobierno mauritano.