Absuelven a los porteros de un local acusados de matar a un joven en Malgrat

El Mundo, 18-05-2007

Un tribunal popular declaró ayer por unanimidad inocentes a Salvador S.R. y Jaume T.B., los dos porteros de discoteca acusados de matar a golpes a un joven marroquí en 2001 por motivos racistas en Malgrat de Mar, al considerar que no hay pruebas de que apalearan a la víctima.


Tras escuchar el veredicto, la magistrada – presidente absolvió in voce a los procesados, que se enfrentaban a 20 años de cárcel por la muerte de Mouhsine C., de 19 años, al que según la acusación habían golpeado brutalmente en la discoteca Don Juan de Malgrat.Los acusados habían acudido allípara tomar unas copas tras finalizar su jornada laboral.


El jurado basó su decisión en que «no hay ningún testigo ni evidencia» que demuestre que Salvador S.R. y Jaume T.B. agredieron a la víctima y destacó en su veredicto «las numerosas contradicciones» en las que entraron los amigos de Mouhsine C. durante su declaración, informa Europa Press.


El tribunal popular no consideró «creíble» la versión de los testigos propuestos por las acusaciones, quienes afirmaron que vieron «con toda seguridad» cómo los porteros golpeaban a la víctima en la cabeza y explicaron que el joven culpó de la agresión a los acusados antes de morir.


Los hechos sucedieron a las cinco de la mañana del 14 de enero de 2001, cuando Salvador S.R. y Jaume T.B. finalizaron su jornada laboral y decidieron acudir a la discoteca Don Juan para tomar unas copas, ya que está situada a pocos metros del local Sambae, en el que ellos controlaban los accesos. Una vez llegaron al Don Juan, se inició una pelea entre algunos clientes por motivos confusos, en el transcurso de la cual Mouhsine C. recibió varios golpes en la cabeza, cayendo desplomado al suelo. Horas después de la agresión, el joven regresó a su casa y, pese a las recomendaciones de sus familiares, no acudió al hospital porque no presentaba lesiones externas. El joven ya ingresó en estado de coma en el hospital, donde le diagnosticaron una fractura de cráneo y una fractura intracraneal, lesiones que al cabo de diez días provocaron su muerte.


Por estos hechos, la Fiscalía solicitaba 12 años de prisión, y la acusación particular, 20 años, por entender que los procesados habían actuado por motivos racistas.

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