M2 busca la opinión de las personas que votarán por primera vez en las elecciones regionales del 27 de mayo Los rumanos que residen en Madrid van encontrando en la política un aliciente en sus vidas llenas de trabajo duro y sacrificado, como todo inmigrante. Por una parte está el referéndum del 19 de mayo para ratificar a su presidente. Por otra, las elecciones del 27 – M, para elegir los representantes de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

Al menos ésa es la percepción de Daniel Tecu, un próspero rumano que lleva nueve años en este país. «Los rumanos tenemos esa disyuntiva por el momento. Además, creo que se ha hecho poco para informar a los rumanos de que había que empadronarse para ejercer el voto», asegura.

Daniel tiene un negocio de pastelería y alimentos típicos rumanos. Allí trabaja su compatriota, Flori Barbuia, quien estaba segura de que podía votar porque había oído que para eso era necesario tener la residencia, ya que Rumanía es parte de la Comunidad Económica Europea. Pero no sabía que tenía que hacer una diligencia para efectivamente empadronarse.

«Yo tenía mucho interés en votar. Esto me hace sentir mal. Estaba totalmente convencida de que podría votar», comenta Flori Barbuia, quien esperaba celebrar sus dos años en España acudiendo a las urnas electorales.

«De esto yo no he oído hablar a ningún político. A veces parece que los inmigrantes somos unas cosas exóticas, con las que los candidatos pueden tomarse fotos», dice Daniel Tecu, quien llegó en 1998 a Madrid para trabajar tres meses y reunir dinero para un estudio de radio. Para eso tuvo que trabajar como peón en varias construcciones y hacer otros oficios. Pocos saben que fue subdirector de un diario en Bucarest, la capital rumana. Ahora lo cuenta como una anécdota más, como que luego pudo reunir dinero junto con su esposa y montaron la tienda.

De eso ya han pasado casi nueve años y se ha adaptado a la vida de Madrid. Por eso dice que le apasiona la política española y que, en cuestión de migración, la Comunidad de Madrid, dirigida por el Partido Popular, ha organizado «pocos proyectos, pero serios y concretos»; y que el PSOE ha sido demagógico en este aspecto, ya que escucha que hablan de abrir más posibilidades a la migración y en la práctica cierra las puertas a los rumanos que quieren trabajar.

«Pienso que los políticos no deben tomar tan a la ligera el tema de la inmigración. Podría pasar lo que ocurrió en Francia, en donde hubo una mala integración de segunda generación. Deberían pensar en que los inmigrantes deberían tener más espacio en sus ofertas», finaliza Daniel Tecu.