RAFAEL Pradas

Empezó el PP en Badalona, en el Baix Llobregat y en Barcelona (donde Alberto Fernández Díaz quiere controlar las tiendas de los paquis que no cierren a la hora) y ahora CiU, por boca de Artur Mas -sin excesivo entusiasmo por parte de Josep A. Duran Lleida-, se ha sumado a la ceremonia de la confusión de convertir el binomio inmigración-seguridad en eje de campaña. Supongo que se dan cuenta de que en cuatro días hemos dado un salto terrible. Estábamos hablando de pisos patera y de incivismo, y nos encontramos discutiendo de algo tan delicado como el terrorismo.
Casi tan preocupante como la ligereza con que se aborda una cuestión así en público parece la falta de voluntad de tratar otros problemas. Nadie duda de que la inmigración sea un tema muy serio, pero en el territorio metropolitano, donde se concentra, guste o no, la mitad de la población de Catalunya, hay mucho más de que hablar. A no ser que lo local no importe y hayamos entrado también aquí en la dinámica de las primarias. ¿De qué? ¿De las generales? ¿De las autonómicas del 2010?
No hace falta ser un lince para pensar que a los ciudadanos de los pueblos y ciudades de la conurbación barcelonesa les interesa un urbanismo de calidad que vertebre y mejore los barrios, una buena atención a la gente mayor, el apoyo a los jóvenes, la promoción de vivienda -nueva, rehabilitada y de alquiler-, políticas de inclusión social, la construcción o mejora de centros culturales, bibliotecas, instalaciones deportivas, guarderías, centros escolares, que se ayude al comercio local y a los mercados, el fomento de nuevas actividades económicas y el mantenimiento del tejido industrial, la prevención del delito y el aumento de la seguridad. Y un buen transporte público. Y, claro que sí: una acción decidida con respecto a la inmigración. Para fomentar la integración social, también la cultural y lingüística.
Probablemente para que eso sea posible habrá que combinar las polí- ticas locales -de barrio, de distrito, de ciudad- con las grandes opciones estratégicas territoriales. Dicho de otro modo: institucionalizar el área metropolitana de Barcelona, poniéndola en el mapa de la realidad.