ALBERT OLLÉS
BARCELONA

El debate sobre la inmigración, azuzado en los primeros días de campaña por el PP y CiU, irrumpió ayer en el tercer y último cara a cara entre los dos principales aspirantes a la alcaldía de Barcelona. Jordi Hereu (PSC) y Xavier Trias (CiU) polemizaron sobre el modelo de integración en un intenso debate organizado por Localia y la cadena SER, que tuvo como otros temas destacados el civismo y la seguridad.
Preguntado por la cuestión que más titulares incendiarios está dando en los últimos días, Trias abogó por “controlar” la entrada de inmigrantes para que solo “lleguen los legales”. “La integración se logrará dando trabajo y vivienda a los recién llegados y evitando que inmigrantes y autóctonos deban competir por recibir servicios públicos”, añadió.

UNIVERSALIZAR SERVICIOS
“Debería explicarle eso a algunos de sus colegas de partido”, replicó Hereu, recordándole las últimas palabras de Mas avisando de que Catalunya se está convirtiendo en “campo de entrenamiento de terroristas islámicos y en la puerta de entrada del hachís”, y de Duran i Lleida pidiendo un mayor control de la reagrupación familiar extranjera. “La integración pasa por invertir más en los servicios públicos y universalizarlos, justo lo que no hicieron ustedes cuando gobernaban la Generalitat”, añadió el candidato del PSC.
Ambos alcaldables chocaron también en su modelo de convivencia urbana. Tras haber flaqueado en los anteriores debates coqueteando con los postulados ideológicos de la izquierda, Trias mostró su imagen más contundente envuelto en la bandera del “orden y la prevención activa”, como definió él mismo.
“La Barcelona del desorden nos ha llevado a una gran crisis. El actual problema de cohesión social se debe a que ustedes han estado en la luna”, sentenció. “Ha pasado en una semana de hablar de la Barcelona del éxito a la del desorden. Me sorprende esta estrategia equivocada de caricaturizar la Barcelona que quiere liderar”, le espetó Hereu.
El candidato convergente responsabilizó a su adversario de ser el responsable directo, como concejal de Seguridad, del aumento en dos puntos del índice de victimización de la ciudad, e insistió en su compromiso de instaurar en los primeros 100 días, si gana las elecciones, la Guardia Urbana de barrio. “Si de algo soy responsable es de haber frenando la tendencia global al alza de la victimización”, dijo Hereu. “La proximidad en materia de seguridad la viviremos ahora con dos comisarías, una de Guardia Urbana y otra de los Mossos, por distrito. Su modelo es romántico e ineficaz”, indicó.

DE SÉGOLÈNE A LOS TOROS
Trias buscó entonces el golpe de efecto recordándole que la idea del urbano de barrio la defendió la candidata socialista en las elecciones presidenciales de Francia, Ségolène Royal.
La parte final del debate introdujo como novedad una batería de preguntas de respuesta corta que hizo sudar a ambos alcaldables y volvió a evidenciar, tras las diferencias anteriores, sus múltiples coincidencias. Ambos se mostraron contrarios a legalizar la prostitución, aplicar una tasa turística, imponer un peaje de entrada a los vehículos y prohibir las corridas de toros.