ERENA CALVO

LAS PALMAS. Cinco embarcaciones clandestinas más – cuatro cayucos y una patera – han dejado en Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife otros 404 inmigrantes clandestinos, entre ellos cuatro mujeres y una decena de menores, desde la madrugada del lunes. Con estas nuevas llegadas ya son más de mil los indocumentados que han conseguido alcanzar las costas canarias desde el pasado viernes a bordo de veinte barcazas; la mayoría de ellas detectadas por pequeños pesqueros que faenaban en la zona o ya a su llegada a tierra.

Esta oleada, la mayor registrada este año, constata un nuevo cambio en el origen de las rutas de la inmigración ilegal vía marítima, explican a este periódico agentes de la Guardia Civil. Con el refuerzo de los controles en la franja subsahariana que han supuesto los medios del Frontex, las mafias que trafican con seres humanos vuelven a buscar una salida en las costas marroquíes. De ahí, indican las mismas fuentes, partieron más de la mitad de las embarcaciones clandestinas que han arribado a Canarias en los últimos días.

Embarcaciones tipo patera que han de recorrer una distancia mucho menor y que en la mayoría de los casos entran en Gran Canaria, Fuerteventura o Lanzarote – las islas de la provincia oriental – sin ser detectadas. Sus ocupantes, tanto de origen magrebí como subsahariano, en muchas ocasiones logran saltar de la patera y huir antes de ser interceptados por la Guardia Civil.

Dos buques para Canarias

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, reconocía ayer el incremento en la llegada de barcazas a las Islas en los últimos días, puntualizando que el número de inmigrantes que ha arribado al Archipiélago durante los primeros cuatro meses de 2007 en relación con el mismo período del año pasado «es mucho menor».

Segura, además, informó de la incorporación al dispositivo de control de fronteras en Canarias de dos nuevos buques «con altas capacidades de actuación en el rescate de personas en alta mar». Estas embarcaciones, para cuya tripulación ya hay agentes del Cuerpo formándose, estarán dirigidas por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y su sede podría radicar en los muelles de ambas islas capitalinas.

En relación a las llegadas de los últimos días, el delegado aseguró que «en Canarias no se va a quedar nadie», mientras Interior informaba de que ha intensificado las devoluciones de inmigrantes, con el envío de este fin de semana de 168 indocumentados a Marruecos y Mauritania.