La controvertida política española sobre inmigración recibió ayer en París el aval del secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, quien afirmó que España es “uno de los mejores ejemplos de integración de los inmigrantes”. El ministro español de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, se felicitó de este apoyo y destacó que “países europeos que fueron críticos con la política española están adoptando medidas similares”.
Sevilla se refería a los ejes de la política española sobre la inmigración, que consisten en “incrementar las medidas para impedir la entrada – – España nunca ha tenido las fronteras tan protegidas como ahora – – y paralelamente legalizar a los inmigrantes que ya están trabajando”, para que “tengan derechos y deberes”, como hizo el Gobierno socialista con la regularización extraordinaria de más de 500.000 inmigrantes. Entre los países que han rectificado su política, el ministro citó a Alemania, Bélgica y Holanda.
“Los inmigrantes no solo trabajan, sino que viven en España. Por eso hay que hacer políticas de integración que permiten que siendo España uno de los países que ha recibido últimamente más inmigrantes, tenga una tasa de conflictividad muy baja”, añadió Sevilla.

SECTOR PÚBLICO
Gurría y Sevilla participaron en una conferencia de prensa conjunta tras la intervención del ministro español en el Foro de la OCDE dedicado este año a la innovación, el crecimiento y la equidad. En su discurso en la sesión inaugural, Sevilla defendió la actuación de los poderes públicos como motor de las políticas de innovación.
“Apostamos de forma inequívoca por lo público”, dijo el ministro, porque “los países con un sector público fuerte y bien organizado consiguen mayores niveles de bienestar y más cohesión social”. En este sentido, afirmó que “un Estado fuerte no es incompatible con el crecimiento económico” y recordó que “gobiernos progresistas en países avanzados han logrado desarrollar derechos ciudadanos y alcanzar superávits fiscales que jamás los gobiernos conservadores habían conseguido”.
A continuación, explicó la reestructuración de la Administración española mediante las reformas de la prestación de servicios y del empleo público y la modernización tecnológica en el camino hacia la Administración electrónica, abierta 24 horas y 365 días al año, que culminará en el 2010, año en que todos los “trámites y gestiones se podrán realizar desde donde decida cada persona”.