LA RIOJA
Un acusado de violar y prostituir a una joven achaca su denuncia a los celos
El imputado, de origen rumano como la víctima, sostiene en el juicio que fue ella quien le pidió venir a España y que en ningún momento le ofreció trabajo
El Correo, , 15-05-2007Un joven rumano acusado de violar a una compatriota y de obligarla a prostituirse en un club de alterne de Rincón de Soto negó ayer ante el plenario de la Audiencia Provincial los hechos que le imputa la fiscalía y atribuyó la denuncia de la víctima, que logró escapar del local con la ayuda de terceras personas, a una cuestión de «celos».
Los hechos que desde ayer juzga el tribunal se remontan a octubre de 2005, cuando el procesado llegó directamente a La Rioja desde Rumanía en compañía de esta mujer, a la que según la versión de fiscalía había propuesto trabajar en nuestro país como empleada de hogar o como camarera. Lejos de ello, la mujer fue violada a punta de navaja por el acusado en el coche y obligada a ejercer la prostitución, siempre bajo el control de la novia del procesado, que se encuentra imputada en este mismo procedimiento.
Diez días después de llegar al club, del que no podía salir, consiguió escapar con la ayuda de algunas compañeras y de un guardia civil que había acudido al local a tomar una copa cuando estaba franco de servicio. En fechas posteriores presentó la correspondiente denuncia ante la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, que desembocó en la detención del acusado en las proximidades del club.
Frente a esta versión, que fue íntegramente ratificada por la joven mediante un video en el que se recogen las declaraciones que prestó ante el juez, el procesado refirió que conoció a la mujer en Rumanía en el piso de su cuñada; que fue ella quien le pidió viajar con él a España, pues necesitaba conseguir un dinero con el que pagar la operación de su hija, y que su relación con ella era la de una especie de «amante, pero sin compromiso».
Una vez en España se dirigieron a Alicante, ciudad en la que trabajaba la novia del acusado como chica de alterne y con la que se encontraba peleado, y desde aquí se desplazaron todos a La Rioja. «Ambas encontraron trabajo en un club en el que ya había estado mi novia», señaló el imputado, quien reconoció que en un determinado momento se vio obligado a decidir entre una u otra a instancias de su novia. Al optar por esta última fue cuando «la mujer decidió abandonar el piso», recalcó el acusado, quien atribuyó la posterior denuncia a los celos.
Tanto los agentes de la Jefatura policial de Zaragoza que asistieron a la mujer en el momento de la denuncia, como la persona que acogió unos días en su domicilio a la víctima tras escapar del club y que ayer declaró por videoconferencia como testigo protegido, ratificaron esta versión sin la menor sospecha de que pudiera tratarse de algo fingido o inventado.
Por su parte, la novia del procesado señaló que la denunciante «sabía perfectamente dónde iba a trabajar» y negó que le hubiera retirado el pasaporte, quitado el móvil o controlado todos sus movimientos dentro del club.
El juicio se reanuda hoy a las 10.
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