bilbao. La llegada de inmigrantes a Bizkaia ha traído consigo un nuevo modelo de familia. Así lo han constatado en la Acción Familiar Vizcaina (AFAVI), según explicó ayer su directora durante la octava edición de la Jornada Deportivo Familiar que organizaron junto con Unicef y a la que acudieron más de mil familias, cien más que el pasado año. Las consultas de este sector de la población han ido en aumento durante los últimos años y han mostrado que “la realidad de que vienen es muy diferente”.

“Muchos vienen solos, han dejado allí a sus mujeres o maridos y sus hijos, y necesitan nuestro apoyo”, afirmó Luzarraga. A pesar de ello, también traen consigo algunos ejemplos a seguir. “El cuadro de valores de los jóvenes sudamericanos y chinos es un modelo a seguir. Son mucho más respetuosos que los de aquí. El problema no es que los adolescentes son violentos sino que son irrespetuosos”, confirmó.

Éste no ha sido el único cambio que se ha detectado en los núcleos familiares de nuestro Territorio. De hecho, según los últimos datos del Eustat, que corresponden a 2001, sólo el 44% de las familias de Bizkaia estaban compuestas por padre, madre e hijos. A buen seguro, este porcentaje habrá disminuido en los últimos seis años. “En la ONG, además de atender a familias convencionales, nos encontramos con separaciones, divorcios, madres solteras…”, aseguró.

“Cuando, por ejemplo, se da una separación aconsejamos a los padres que no hablen mal de su ex mujer o ex marido, cosa que se suele llevar mucho porque a veces los mayores adoptan comportamientos infantiles que no son nada positivos para sus hijos”, relató Luzarraga. Si se aplica esta norma, la situación para los niños será más positiva que la de “vivir en un seno familiar en el que hay violencia y falta de comunicación. Los pequeños sufren muchísimo”. Luzarraga añadió que “ningún hijo lo pasa bien cuando sus padres no se entienden y, en función de la edad, muchas veces piensan que ellos son los culpables”.

Los problemas no sólo afectan a las familias que atraviesan momentos difíciles, “en el modelo tradicional se están debilitando los lazos familiares”. Luzarraga aconsejó “un poco de refuerzo psicológico personal o familiar” para estos casos, ya que de ellos “surgen familias fortalecidas”.

comunicación La comunicación puede ser una de las claves fundamentales que eviten llegar a esos extremos. Ayer un millar de familias pudieron comprobar lo positivo que es hablar entre ellos y compartir su tiempo libre durante la jornada celebrada en Doña Casilda, que clausuró la VIII Semana de la Familia, una campaña de sensibilización social a favor de la comunicación y la cohesión familiar, que comenzó el 7 de mayo.

Las actividades programadas estaban destinadas tanto a padres como a hijos, ya que se trataba de que estos pasaran una mañana juntos. A todos se les pudo ver disfrutar de ellas e incluso algunos padres se atrevieron a bailar batuka. “Ahora tienen que coger el relevo”, concluyó Luzarraga.