La Comisión Europea (CE) propondrá esta semana un fuerte aumento de las inspecciones laborales a las empresas y agravar las sanciones a las que contraten ilegalmente a inmigrantes, con el objetivo de reducir el “efecto llamada” a la inmigración irregular.

La CE tiene previsto aprobar el próximo miércoles una propuesta de directiva sobre el empleo ilegal, así como dos comunicaciones: una sobre el futuro del conjunto de la política migratoria de la Unión Europea y otra con ideas para facilitar la llamada “emigración circular” (de ida y vuelta).

En relación a la propuesta de directiva contra el empleo ilegal, el comisario europeo de Justicia y Seguridad, Franco Frattini, se ha pronunciado en varias ocasiones sobre su necesidad, ya que lo considera un “factor clave” en la inmigración irregular.

En primer lugar, la Comisión va a proponer un fuerte aumento de las inspecciones laborales a las empresas, a fin de sacar a la superficie las bolsas de empleo ilegal de emigrantes procedentes de países no comunitarios y disuadir la continuación de esta práctica.

Según datos de la CE, en la Unión Europea hay 22 millones de empresas, la mayoría de ellas pequeñas y medianas, y las inspecciones laborales llegan a menos de un 3% del total, lo que para Frattini equivale a “nada”. Además, la Comisión va a proponer sanciones administrativas comunes para las empresas, incluyendo la devolución de ayudas públicas que hayan podido recibir o la posibilidad de que las compañías no puedan optar a licitaciones públicas, indicaron fuentes comunitarias.