La Policía Judicial de la Guardia Civil investiga la muerte violenta de un obrero de origen ucraniano cuyo cadáver fue hallado en la vivienda donde se encontraba trabajando en la localidad de Mijas, muy cerca del límite con Fuengirola.

El hallazgo del cuerpo se produjo el viernes por la tarde. Según ha podido saber SUR, la víctima, de la que no ha trascendido edad ni identidad, presentaba un fuerte traumatismo en la cabeza, que le causó la muerte. Fuentes consultadas indicaron que todo parece indicar que recibió un golpe con un objeto contundente, al parecer un martillo.

El cadáver se encontraba en una vivienda donde el albañil estaba trabajando, situada en las inmediaciones de la gasolinera El Castillo, dentro del término municipal de Mijas, aunque muy cerca del límite con Fuengirola. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, aunque finalmente han sido los primeros los que se han hecho cargo de la investigación, ya que el lugar del hallazgo está dentro de la demarcación de este cuerpo de seguridad.

El cadáver de la víctima fue trasladado a las dependencias del Instituto de Medicina Legal en el Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa), donde el sábado se le realizó la autopsia.

Algunas fuentes apuntaron que los investigadores podrían haber intervenido el arma del supuesto homicidio, al parecer, un martillo, aunque este extremo no ha podido ser confirmado. La investigación, que se sitúa en la hipótesis de una muerte violenta, continúa abierta.

Segundo caso del año

La muerte de este albañil podría constituir el segundo caso de asesinato en la provincia en lo que va de año después de que en enero fueran hallados en un chalé de Chilches los cuerpos sin vida de un matrimonio de origen alemán que había sido acribillado a balazos tras ser maniatados y amordazados. Las víctimas fueron un hombre de 70 años identificado como U. H., y una mujer de 54, R. S. Pocos días después, la Policía detuvo en la localidad granadina de Maracena a cinco personas, todas extranjeras, por su presunta implicación en el crimen, que generó una gran alarma social. Los detenidos fueron cinco hombres, cuatro de nacionalidad marroquí y uno de origen rumano.

A principios de abril, dos de los cinco detenidos salieron en libertad provisional con cargos. Habían ingresado en prisión como presuntos autores de los delitos de asesinato, robo en casa habitada y tenencia ilícita de armas, entre otros cargos.

Según las pesquisas policiales, los implicados en este doble crimen formaban parte de un grupo dedicado al robo violento en viviendas. Dos de los marroquíes tenían prohibida su entrada en la Unión Europea y al rumano le constaban cuatro órdenes de detención anteriores, dos de ellas por robo con fuerza.