El respaldo de Zapatero a Royal incomoda a diplomáticos españoles

El Periodico, PILAR SANTOS MADRID, 14-05-2007

La apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero por Ségolène Royal – – borrada a toda prisa de la memoria monclovita – – incomodó a algunos diplomáticos españoles, más preocupados por la construcción de Europa que por las filias socialistas. Ha ganado Nicolas Sarkozy y de él esperan que desperece a los Veintisiete y que Francia, aquella locomotora, vuelva al centro de la UE. ¿O con Sarko habría que decir AVE (Alta Velocidad Europea)?

LA CONSTITUCIÓN
El ‘Tratado simplificado’ convencerá a España

“Nos vamos a tener que apretar los machos”, dicen varios altos cargos del Ministerio de Exteriores español. Los diplomáticos saben que Europa y su Constitución va a ser el primer problema a nivel europeo que Sarkozy va a querer afrontar. Y, en esa tarea, España estará a su lado con la máxima predisposición para llegar a un acuerdo. Primer punto de encuentro con el futuro presidente.
Royal había prometido volver a someter el texto a un referendo, todo un peligro teniendo en cuenta que el pueblo francés ya dijo no en una ocasión.
Sarkozy quiere superar este episodio cuanto antes con un Tratado simplificado; no la Constitución conocida hasta ahora, que recoge todos los tratados, sino con otro documento más que se uniría a los ya existentes (Amsterdam, Niza…). En este capítulo, Miguel Ángel Moratinos repitió el jueves en el Senado que no aceptará la “deconstrucción” de la Constitución. Sin embargo, altos cargos del ministerio no son tan tajantes en privado, fuera de sede parlamentaria, y reconocen que la posición española está más cerca del Tratado simplificado de Sarkozy de lo que se muestra en público.

INMIGRACIÓN Y DEFENSA
Preocupaciones y políticas comunes

Los otros dos asuntos en los que el Gobierno español puede ir de la mano con el presidente electo francés son la política común de inmigración y la de defensa.
En el primer caso, superado el encontronazo entre Zapatero y Sarkozy a cuenta de la regularización masiva ordenada por el presidente español, fuentes diplomáticas consideran que ambos países se unirán para dar un empujón al diseño de una estrategia común de entrada de inmigrantes en los respectivos países, para reforzar la vigilancia fronteriza y también para otros temas más pragmáticos como la idea de hacer consulados comunes fuera del territorio de la Unión. Esas mismas fuentes señalan un punto en el que se puede chocar: la política del mercado laboral.
Francia lo tiene colapsado y ya no necesita tanta mano de obra como España, que sigue contando con la inmigración para seguir creciendo.
El segundo asunto, la defensa de los 27 estados miembros de la Unión Europea, también experimentará un gran desarrollo con Sarkozy, que apuesta por reforzarla, pese a las reticencias de países como Holanda, Dinamarca y el Reino Unido, que prefieren que este asunto siga en las manos de la OTAN.

NUEVAS ALIANZAS
Los ejes: el Mediterráneo y el franco – alemán

En un discurso en septiembre en Bruselas, Sarkozy declaró que su país debe superar el tradicional eje franco – alemán y sumar a esa alianza tradicional a los grandes (el Reino Unido, Italia, Polonia y España), una idea que molestó en su propio país, en Alemania y en los países pequeños.
Esta tesis no la ha vuelto a exponer de una manera tan clara, pero diplomáticos españoles no descartan que la recupere si ese viento conservador que ha levantado se convierte en vendaval tras las legislativas del 17 de junio.
En otro discurso, esta vez en Toulon (sureste), en febrero, Sarkozy defendió la fundación de un eje mediterráneo, independiente de la UE, con el ojo puesto en crear un instrumento financiero común, algo que hasta ahora no se ha podido hacer dentro del “proceso de Barcelona”, donde están presentes los 27 miembros de la UE.
Tanto en la difuminación del eje franco – alemán como en este nuevo eje mediterráneo, España sale ganado, explican las mismas fuentes, que prefieren destacar, por ahora, esas coincidencias con el nuevo presidente francés y olvidar las diferencias (la negativa a que Turquía entre en la Unión Europea y su posición en favor de Estados Unidos).

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