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El lanzamiento de líquido inflamable causó el incendio de un piso en Donostia
El ataque fue perpetrado desde la calle, al parecer, por personas del entorno familiar de las víctimas En la casa viven una abuela y tres nietos
Diario Vasco, , 13-05-2007SAN SEBASTIÁN. DV. La Guardia Municipal de Donostia mantiene abierta una operación para detener a los autores del incendio provocado a última hora del viernes en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, que obligó al desalojo de un edificio. El fuego fue causado por el lanzamiento de líquido inflamable desde la calle al balcón de una vivienda en la que residen cuatro personas de etnia gitana. Los autores podrían tener vínculos familiares con las víctimas del ataque con quienes, al parecer, mantienen una manifiesta enemistad.
Los hechos tuvieron lugar en el primer piso letra B del número 71 del paseo Zaratiegi. Se trata de una vivienda de protección oficial propiedad del Ayuntamiento y cedida a Cáritas, en el marco de un acuerdo con fines de inserción social. En la casa residen desde hace varios meses una mujer de etnia gitana y cuatro de sus nietos, de edades comprendidas entre 18 y 9 años. Sobre las nueve y cuarto de la tarde, uno o varios individuos apostados en la plaza Bernart Etxepare, desde donde se accede a la trasera del piso, lanzaron líquido inflamable al balcón de la vivienda y prendieron fuego. La existencia en la terraza de diverso mobiliario hizo que las llamas adquiriesen mayores proporciones y terminasen por calcinar una habitación.
En el momento del suceso, dentro del piso se hallaban cinco personas, cuatro de ellas menores edad. «Menos mal que estaba mi nieto mayor y los sacó a todos. Si hubiese sido más tarde, si los niños hubiesen estado ya dormidos, no sé lo que habría sucedido», explicó la abuela, que en el momento del siniestro no se encontraba en la vivienda.
Parapetados
La rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se propagase al resto de la vivienda así como a otras plantas del edificio. Las labores de extinción no estuvieron exentas de dificultades, toda vez que los equipos que intervinieron tuvieron que retirar de una de las ventanas del balcón un armario que había sido colocado de manera expresa por los inquilinos. Esta circunstancia, unida a que las cinco personas que se encontraban en la casa se ausentaron del lugar de forma apresurada a bordo de una furgoneta, indujo a los vecinos a sospechar que el fuego había sido provocado por los propios residentes.
Ayer, sin embargo, doce horas después del siniestro, todo quedó esclarecido. La colocación del armario en la ventana no tenía otra finalidad que la de autoprotegerse de un posible ataque exterior. Al parecer, la familia que reside en el piso mantiene desde hace tiempo profundas diferencias con otro grupo de la misma familia, también de etnia gitana. Hace cuatro días, una de las hijas de la abuela sufrió un ataque incendiario en un caserío, en la zona de San Marcos, donde reside, de ahí que intuyesen que en breve se pudiera producir una nueva agresión.
Las víctimas manifestaron ayer desconocer la autoría del hecho. «No lo sabemos, eso lo tiene que investigar la Policía», precisaron. Asimismo, desmintieron que fueran a ser desalojados por no haber pagado el alquiler. «El dinero lo tenía preparado», dijo la abuela.
Los concejales de Urbanismo y Bienestar Social del Ayuntamiento de Donostia, Jorge Letamendia y Susana García Chueca respectivamente, se desplazaron ayer hasta el lugar del suceso. Tras conocer con detalle lo ocurrido, efectuaron, junto con un responsable de Cáritas, gestiones para el realojo de los inquilinos. Vecinos del edificio calificaron de «conflictiva» a la familia gitana residente en la vivienda incendiada.
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