El impresentable vídeo electoral del candidato a la alcaldía de Badalona, Xavier García Albiol, se ha convertido en una de los focos de interés del primer fin de semana de la campaña electoral en Cataluña. El argumento de García Albiol es simple, los socialistas son incapaces de frenar o regular el flujo migratorio y, como, según el candidato popular, extranjero pobre es sinónimo de delincuencia, la política municipal tiene que priorizar la lucha contra esa inmigración delincuente.

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, ha salido en defensa de su candidato por Badalona. Y no es la primera vez que tiene que hacerlo. Pero es que uno de los ejes de la campaña del PP es precisamente el problema de la inmigración, estrechamente vinculado con el de la seguridad.

Desgraciadamente la simpleza intelectual del candidato popular no es original, ni es el único que juega con cuestiones tan peligrosas.Ayer SOS Racisme convocó una concentración ante la sede del PP de Badalona para protestar contra la difusión del vídeo. Lo realmente aterrador eran las imprecaciones que lanzaban los vecinos que se oponían a los jóvenes de SOS Racisme por defender a los inmigrantes.La de García Albiol es la vieja trampa de la derecha: enfrentar a los más desfavorecidos entre sí.

El fenómeno de la inmigración, legal o ilegal, beneficia a la base social de la derecha, porque constituye una fuente inagotable de mano de obra barata y dócil. En su calidad de desfavorecidos siempre vencerán a los pobres locales a la hora de competir por las ayudas públicas de administraciones u organizaciones humanitarias.Dentro de una generación, probablemente los mismos desfavorecidos nativos que hoy ven como un peligro a los inmigrantes sentirán la presencia de esos mismos inmigrantes como un factor que les ha hecho subir en la escala social – lo que en inglés se conoce como someone to step on, en castellano, tener a alguien a quien pisar – y no recordarán que no es porque ellos hayan ascendido en la escala social, sino porque el sistema ha bajado el suelo de la pirámide.

Mientras tanto, siempre quedarán descerebrados dispuestos a utilizar lo más rastrero de la política para arañar unos votos más. Lo que gente bienintencionada y con valores como los chicos de SOS Racisme que ayer protestaban contra el vídeo de García Albiol es que su propia presencia no hizo sino soliviantar a los votantes pobres de Badalona que se han visto desplazados en las prestaciones sociales del Estado del bienestar por los inmigrantes y que votarán precisamente al PP.

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