SAN SEBASTIÁN. DV. Un incendio, al parecer provocado, destruyó anoche un primer piso de un bloque de cuatro plantas en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. El fuego, que por fortuna no causó daños personales, se inició pasadas las 21.15 horas en el primero B del número 71 del Paseo Zarategi, una pequeña vivienda protegida ocupada por una familia numerosa de etnia gitana.

Fueron precisamente varios vecinos del edificio que se encontraban en ese momento en la calle quienes se percataron del fuego. Atemorizados, se apresuraron a avisar al resto del peligro que corrían y, aún con el riesgo de ser alcanzados por el humo y las llamas, que subían imparables hacia los pisos superiores, lograron desalojar a todos. La prioridad era una mujer mayor con problemas de movilidad, pero pudo abandonar la casa a tiempo.

Varias dotaciones de Bomberos comenzaron de inmediato a sofocar el fuego, que se propagó principalmente por los tendederos, que dan a la plaza Bernart Etxepare. La llamas quedaron extinguidas en apenas veinte minutos. Los agentes comprobaron enseguida que no había víctimas en la vivienda afectada, que quedó destruida ya que en su interior había mucho material inflamable, mantas, cartones, abundante ropa, etc. Los bomberos encontraron problemas para acceder por el balcón ya que, sorprendentemente, había colocado un armario detrás de la ventana. Ya dentro, descubrieron fuego en varios lugares del piso, por lo que no descartaron que fuera provocado.

Los vecinos del edificio, sin embargo, no dudaron en afirmar muy enfurecidos que fue la propia familia gitana que lo ocupaba – de unos once miembros, la mayoría niños pequeños – quien provocó el incendio. «Les hemos visto irse rápidamente en una furgoneta blanca que tenían. Siempre han sido muy conflictivos y, al parecer, el ayuntamiento les había comunicado que iban a ser desalojados en breve», contaba todavía angustiado y furioso Agustín, vecino del tercero B. «No pagaban ni un duro por el piso y no lo cuidaban. Estamos seguros de que tras el aviso del ayuntamiento han optado por incendiar la vivienda. Si no, no hubiesen huido», apuntó.

Los vecinos del resto de pisos pudieron volver a sus casas más tarde tras comprobar los bomberos que el humo y las pequeñas llamas que les alcanzaron, sin demasiada importancia, no suponían peligro alguno.