El buen tiempo provoca la llegada a las islas Canarias de 241 inmigrantes y de otros muchos que se dieron a la fuga Las buenas condiciones del mar animan a las mafias que trafican con seres humanos a impulsar la salida de embarcaciones desde la costa africana a Canarias en este mes de mayo. En tan sólo 12 horas, las islas afortunadas recibieron entre la tarde del jueves y la madrugada de ayer 241 sin papeles a bordo de 11 barcazas, la mitad de ellos de origen magrebí.

Durante la oleada, dos cayucos arribaron a Tenerife con 129 inmigrantes, ocho pateras a Gran Canaria con 109 magrebíes y otra a Lanzarote con tres detenidos. La llegada de marroquíes pone de manifiesto que las mafias han vuelto a retomar la ruta desde las costas del Sáhara.

La primera embarcación llegó a Tenerife a las 21.00 horas del pasado jueves, con 49 inmigrantes y horas después, a las 8.30, arribaba otro cayuco con 80 sin papeles. Sólo dos de los inmigrantes precisaron ser hospitalizados por su delicado estado de salud.

El grueso de las pateras tuvo como destino la isla de Gran Canaria. Además, algunas de ellas llegaron sin ser detectadas por las Fuerzas de Seguridad y sus ocupantes pudieron darse a la fuga. La Guardia Civil detuvo en un principio a 51 inmigrantes magrebíes, aunque luego la cifra ascendió a 109. La primera barquilla fue localizada varada y vacía en la orilla de la playa de Vargas, en Gran Canaria, sobre las 0.30 horas de la madrugada de ayer. La Guardia Civil fue la que halló una lancha neumática y en sus alrededores se encontraron prendas de ropa de unas cuatro personas, que no fueron localizadas. Sobre la 1.45 horas del viernes, un radar de la Guardia Civil detectó en alta mar una patera y la patrullera Almirante Días Pimienta se ocupó de rescatar a sus ocupantes, un total de 14 varones de origen magrebí, entre los cuales había un menor. Media hora después, agentes de la Benemérita detectaron otra patera en Lanzarote y fueron detenidos tres marroquíes.

A las 3.40 horas, el radar móvil de Gran Canaria detectó otra patera y en esta ocasión fueron detenidos 17 magrebíes, entre ellos siete menores. Otras dos pateras arribaron después sin que las Fuerzas de Seguridad localizasen a los sin papeles.

Veinte minutos más tarde, otra embarcación desembarcó en Gran Canaria y, tras dejar a los inmigrantes, los patrones regresaron a costas marroquíes. Sin embargo, la Guardia Civil pudo detener a los dos irregulares que la tripulaban. Otros 18 magrebíes fueron localizados en otra patera, mientras que los ocupantes de la última se dieron a la fuga.

El candidato de Coalición Canaria a la Presidencia autonómica, Paulino Rivero, calificó de «invasión» esta oleada y criticó que las papateras hayan entrado «como Pedro por su casa, sin ningún control».