El candidato del PP a la Alcaldía de Badalona, Xavier García Albiol, podría integrar sin problemas las listas de Plataforma Por Catalunya.Se sentiría cómodo. Hace unos años, equiparó a los homosexuales con los animales en el transcurso de un Pleno municipal y ahora ha editado un vídeo electoral sobre la realidad social de Badalona en el que se habla, de forma exclusiva durante los siete minutos de duración, de los inmigrantes y de la mezquita que se construirá en la ciudad. Con estos antecedentes, sería bien acogido en las filas del partido que lidera Josep Anglada. Y no por el hecho de que haya puesto sobre la mesa de la campaña electoral el impacto que la inmigración está teniendo en muchas poblaciones del entorno de Barcelona, sino por la forma de hacerlo, destacando únicamente los aspectos negativos y sin dar una sola propuesta para resolver los problemas de convivencia que, efectivamente, se producen en estos barrios.

El líder del PP catalán, Josep Piqué, dijo el jueves que no había visto el vídeo. Debería hacerlo y pedir a su candidato en Badalona que ejerza de cabeza de lista y presente soluciones a los problemas de su ciudad, en este caso los derivados de la inmigración.

A diferencia de lo que piensan muchos progres trasnochados que viven en pisos amplios y bien ventilados de Gràcia o el Eixample, la presencia masiva de inmigrantes en los barrios obreros metropolitanos puede ser una fuente de problemas. Es una realidad a la que no hay que dar la espalda. Hay abandonar la vieja idea de que los problemas de los que no se habla no existen, porque sucede lo contrario, se enquistan. No en vano, la inmigración aparece en todas las encuestas sobre los principales problemas de los catalanes.Por ello, el alcaldable del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, lo ha incorporado a su campaña, pero con un discurso mucho más centrado y alejado de la sal gorda de García Albiol y de su compañero en L’Hospitalet, Juan Carlos del Río, que ha inundado la segunda ciudad de Cataluña de panfletos afirmando que que algunos barrios van camino de convertirse en guetos. No es la manera de hacer política de forma responsable. No hay que eludir la realidad, pero encender la mecha de la xenofobia siempre es peligroso. En temas sensibles como éste, los matices son importantes.

A los inmigrantes hay que exigirles, como a todos los ciudadanos, que cumplan las normas de convivencia de las que nos hemos dotado, pero es inadmisible e injusto criminalizarles como colectivo.Y García Albiol lo ha hecho.

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