VELO EN LAS AULAS
«Mi madre no me dejaba llevar velo porque era muy joven, pero insistí y lo logré»
Lleva dos años en Tudela. Primero estudió en Jesuitas y ahora lo hace en el nocturno del Benjamín. Asegura que nunca ha tenido problemas por llevar el velo.
Diario de Navarra, , 06-05-2007Chahira Boukri es, a sus 17 años, la mayor de cinco hermanos. De nacionalidad argelina, lleva dos años viviendo en Tudela con su padre y uno de sus hermanos y, actualmente, cursa 3º de ESO en el turno nocturno del instituto Benjamín de Tudela. Antes había estudiado en el colegio San Francisco Javier de los jesuitas.
– ¿Qué significado tiene el velo?
– Es un símbolo de recato, aunque hay otras tendencias. Hay personas que lo llevan por costumbre, al formar parte de la tradición del Magreb, o también entre personas inmigrantes que quieren reafirmar su identidad.
– ¿Cuándo se empieza a llevar?
– Cuando se llega a la adolescencia, hacia los 13 ó 14 años y es obligatorio para siempre. Yo me adelanté y me lo puse a los 12 años. Mi madre no me dejaba porque decía que era demasiado pequeña, pero insistí y lo logré. Fui unas vacaciones a casa de mi tía, me lo puse y volví a mi casa con el pañuelo. Entonces mi madre ya me dejó. Me gusta el pañuelo por mi religión.
– Estudio en un colegio católico. ¿Tuvo algún problema?
– Nunca. Ni tuve que pedir permiso. Siempre me han tratado muy bien. A veces me preguntaban si tenía calor, pero por curiosidad, o también por la Meca o por Mahoma, las cosas que más se conocen. En el Benjamín tampoco hay problemas y me llevo muy bien con todos.
– ¿Cómo ve la polémica del uso del velo en los colegios?
Creo que hay que dejar ir a cada uno como quiere por su religión. A mí tampoco me molesta ver un crucifijo. Lo que importa en el instituto es estudiar y no fijarse en lo que lleva cada uno. Conozco a las chicas que tuvieron problemas en Pamplona. Lo pasaron mal, pero creo que hay que respetar a todo el mundo.
– ¿Se quitaría el velo?
– Nunca. Ya forma parte de mí.
– ¿Qué opina de otro tipo de prendas que tapan toda la cara?
– (Sonríe) La religión no obliga a taparse entera, pero eso es decisión de cada uno. En todas las religiones hay diferentes tipos de creencias.
– ¿Cuál es la solución a estas polémicas?
– El problema es el desconocimiento. Hace falta información. Dicen que el Islam es cerrado, sobre todo para la mujer porque se dice que tiene que estar en casa y no puede hacer nada. De eso nada. Seguiré estudiando y trabajando. Quiero ser trabajadora social.
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