LA CRUZ DE LOS LATIN KINGSUN RAP ANTIVIOLENTO LA CRUZ DE LOS LATIN KINGS
La Cruz de los Latin Kings
Latin kings de Barcelona hablan de Dios y de huir de la violencia en su 'hip hop protesta'
El Correo, , 06-05-2007Una iglesia católica del centro de Barcelona es el lugar elegido para la cita por los latin kings Erika ‘Melody’ Jaramillo y César Andrade. Después de la entrevista, marchan corriendo a otro templo, esta vez evangelista: «Creo en Dios y en Jesús, y me encantan las charlas que tenemos sobre el tema. Salgo de ellas con más ganas de vivir», dice la joven ecuatoriana, de 33 años, en lenguaje de bienhechor. La suya es una de las voces que pueden escucharse en el CD ‘The Royal Life. En estado primitivo’. Éstas son algunas de sus letras:
«Está hablando Charly, te da un consejo: que llegues a viejo y no seas pendejo».
«Estoy libre de toda maldad que me rodea porque papá Dios desde el Cielo me chequea».
«Ponte metas y mantente fuera de la línea de la muerte certera y deja de criar violencia callejera».
Religioso y antiviolento. Así es el hip hop que la recién nacida Asociación Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Barcelona – donde está integrada una cuarta parte de los 800 latin kings de esta ciudad, unos 200 – , ha grabado para su distribución entre amigos y conocidos. Y preparan otro CD que sí saldrá a la venta. Buscan su integración en la sociedad, un proceso cuesta arriba ya que cada vez que se oye hablar de ellos en las noticias suele ser por hechos relacionados con delitos – estos días se juzga en Madrid a 14 latin kings por pertenencia a banda ilícita y varios actos violentos – . Ésta es su cruz.
A Melody y César no les gustará esta referencia, porque ellos son Reyes Latinos pero no delincuentes. Están hartos de que les achaquen a todos los crímenes de algunos – «es como lo de que todos los vascos son de ETA o que los del Real Madrid son ultras» – . De hecho, por eso sólo han aparecido dos: la Reina Melodía, su nombre artístico, y César Andrade, su compañero sentimental, mánager y productor del disco – en Ecuador, continúan sus dos hijos, de 15 y 6 años, a los que quieren traer cuando antes – . «Los otros hermanitos y hermanitas (así llaman a sus compañeros en su jerga) no han querido venir, no quieren saber nada de los periodistas». Eso es lo que repiten en una de las canciones del CD: «La delincuencia, lo típico de siempre».
«NO SOMOS SANTOS, PERO…»
Ambos niegan las leyendas que se atribuyen a los Latin Kings – «aunque está claro que no podemos hablar por todos» – : palizas como rito iniciático, violencia entre pandilleros, sumisión de la mujer… «¿Qué ritos? Lo decimos miles de veces. ¿Cómo íbamos nosotros a hacer daño a nuestros hermanitos y hermanitas? ¿A nadie! Internet está lleno de mentiras», asegura Melody, vehemente. Aunque César se apresura a añadir: «Hombre, ha habido muchas peleas entre nuestros jóvenes. Cuando tenía 14 años me peleaba todos los días en el colegio, así que tampoco es que seamos unos santos, pero…». Melody puntualiza: «Lo que sí es verdad es que somos muy religiosos, espirituales y creyentes. Rezamos mucho».
Hace justo diez años, EL CORREO publicó un reportaje titulado ‘Latin Kings, criminales o apóstoles’ que anunciaba: «La banda más temida de Nueva York inicia una repentina y sorprendente regeneración, predicando la bondad del trabajo, la familia y el orgullo latino». Pues bien, aunque la situación sea muy distinta – no están considerados una banda delictiva – , una década después, Barcelona asiste a un proceso por el que sus Reyes Latinos, o al menos una parte de ellos, se han constituido como asociación cultural, después de unas inusitadas negociaciones con el Ayuntamiento en las propias dependencias consistoriales, una situación en la que tanto una parte como la otra nunca se habían imaginado. Los eternos rivales de los Latin Kings, los Ñetas, siguen ahora este mismo proceso.
DETENIDO INJUSTAMENTE
En Barcelona, sólo el 5% de los jóvenes latinos integra alguna de estas organizaciones (de 600 a 1.000 jóvenes en la capital catalana, donde viven 50.000 latinoamericanos). En el País vasco, la presencia de Latin Kings es puramente simbólica. Los expertos inciden en que éstos y los Ñetas no son organizaciones criminales. César y Melody estuvieron en esas conversaciones que han derivado en un proyecto en el que no todos creen, ya que el PP en el Congreso anunció que iba a pedir la ilegalización de la asociación constituida. César trabajó junto al antropólogo catalán Carles Feixa en una investigación sobre jóvenes latinos encargada por el Ayuntamiento barcelonés, al margen del trabajo que realiza en una empresa de mudanzas. Melody, que en su país se ganaba la vida como cantante, es aquí camarera, además de la presidenta de las Latin Queens, una especie de sección femenina.
«Queremos tener las mismas oportunidades y derechos que los españoles», insisten ambos, y César recurre a una de sus experiencias para explicarse: «La Policía casi me desnuda en la calle buscando tatuajes que confirmaran que yo era el cabecilla de una banda, y como no tenía documentos me metieron preso porque supuestamente pertenecía a una organización ilícita. Luego se dieron cuenta de que no tenía antecedentes y que no quería hacer las cosas como ellos pensaban. Y me soltaron. Te dan ganas de llorar de impotencia, te sientes recontra que muy mal; soy ciudadano y tengo derechos».
– ¿Por qué se hace uno latin king?
– Ayuda a la autoestima. Vienen personas solas, marginadas, a las que ni su familia apoya. Les levanta la moral. Se sienten importantes, dentro de un grupo. Y no sólos somos sudamericanos; hay españoles, marroquíes, portugueses…
– ¿Y si se encuentran con ñetas?
– Les saludo. Son mis hermanos y estamos preparando un disco en el que también participan ellos.
– ¿Podría darse en Madrid este mismo proceso?
– En Madrid es distinto porque hay gente que se ha apropiado del nombre de los Latin Kings para otras cosas. Nos vinculan a gente que está en juicios y ni la conocemos.
INUSITADAS NEGOCIACIONES
Las dos partes implicadas, Ayuntamiento (a través del responsable de Prevención, José María Lahosa) y Latin Kings (César Andrade y Melody), explican cada uno por su lado cómo fue el proceso.
Ayuntamiento: Fuimos a buscarles y les planteamos que nos estábamos haciendo una idea condicionada por Internet y por las noticias, que hablaban de enfrentamientos en centros educativos y del caso Ronny Tapias – tres dominicanos mataron en 2003 delante de su instituto a un joven colombiano al confundirlo con un latin king – , y les dimos la posibilidad de que se produjeran cambios, o de otra forma tendrían que atenerse al sistema penal. Se presentaron en mi despacho cuatro de sus líderes, porque yo no quería que nos encontráramos en un bar. El primer contacto fue extraño, sobre todo para ellos, porque era muy institucional; no tenso, pero sí con cautela, porque ellos vienen de países donde el Estado es más predatorio que otra cosa. Lo primero que pidieron es: «Queremos que nos respeten nuestra cultura». Mi carácter es vehemente y claro, así que les avisé de que sería así siempre que respetaran la no violencia, el diálogo y el papel de la mujer; y que se olvidaran de ocupar los espacios públicos de forma excluyente. Les dije: «A ver si es verdad que queréis mejorar aquí con vuestros hijos, si lo que dicen los medios es mentira. Y sólo tendréis una oportunidad».
Latin Kings: De repente, nos vimos en el Ayuntamiento, pasando por delante de la policía, algo curioso. Allí nos plantearon sus objetivos, que eran honestos, y pusimos las cosas claras. El mayor escollo llegó cuando trasladamos estas conversaciones al resto de nuestros hermanitos, que pensaban que todo era una trampa, que querían meternos en la cárcel. Yo les decía: «Si hacemos las cosas bien no pasa nada, es algo que nos han propuesto ellos y nos vamos a aprovechar». Teníamos reuniones casi todos los días y les costó entender que esto es lo mejor. Que vamos a poder salir vestidos de amarillo y negro, aunque está claro que la sociedad no nos va a aceptar así de pronto. Esto es un proceso.
A: Ellos no tienen nuestros valores universales, como el papel de la mujer. Cuando les planteábamos la democracia en el liderazgo, el que pudiesen acceder las chicas, no dejábamos de tener en cuenta cuál es la realidad de nuestro país, donde aún tenemos cuotas muy elevadas de violencia de género.
L. K.: Es cierto que somos algo machistas, los latinos tendemos a ser celosos de nuestras mujeres y al revés, pero en España también. En cuanto a lo de los parques, como no teníamos sitio para reunirnos, nos juntábamos allí para jugar al basket y los vecinos llamaban a la Policía. Todo eso ya no ocurre. Y no hemos tenido que renunciar a nada, en nuestro caso a un poco de libertad porque esto da mucho trabajo, vamos a charlas, a coloquios…
A: Desde el primer contacto hubo empatía, ellos veían que no podían continuar así. Ha sido más fácil de lo que esperaba, porque ellos ya habían tomado una decisión, conciente o incoscientemente.
L. K.: Lahosa nos dio una oportunidad y tenemos que aprovecharla porque no habrá otra. Hasta ahora no le hemos defraudado. Y no es por él, es por nosotros.
(Puede haber caducado)