El German Inmigration Center de Bremerhaven (Alemania), que documenta y revisa la importancia de la emigración del pueblo alemán a Estados Unidos desde el siglo XIX y su repercusión en la economía del país, desde una perspectiva social y humana, recuperando la memoria de los directos protagonistas de estos movimientos migratorios, es el ganador del Premio al Museo Europeo de 2007 al que optaba, como único representante español, el Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco con sede en Briones.

El centro riojano vio, de esta manera, ayer en Alicante cómo se consumaba la tesis de que no volvería a otorgarse el galardón a un museo de nuestro país, tras haberlo recibido en la anterior edición el Cosmo Caixa de Barcelona, aunque la propia delegación de Museo Vivanco reconoció abiertamente que entre la treintena de candidatos había «propuestas realmente interesantes».

La amplitud y la cantidad de fondos reunidos en la misma colección no es, en la designación del ganador que efectúa el Foro de los Museos Europeos desde hace treinta años, determinante. Muy al contrario, advirtió desde el primer momento María Jesús Escuín, directora científica del complejo museístico riojano, inaugurado hace apenas dos años, el jurado distingue y reconoce iniciativas interesantes sobre todo desde el punto de vista documental, histórico y científico.

El ganador del premio, el Museo Alemán de la Emigración, inaugurado en el puerto de Bremerhaven, en el Mar del Norte, es un claro ejemplo de ello y se impuso a los 29 museos aspirantes.

En sus instalaciones repasa la historia de los más de siete millones de personas que emigraron desde los puertos de Bremer y Bremerhaven para buscar un futuro más halagüeño en el continente americano, sobre todo a través del paso del puerto de Nueva York.Y para trasladar la realidad de aquel movimiento recrea en su complejo el momento en que los pasajeros abordaban el buque rodeados de cajas y baúles, creando una atmósfera que lograr transmitir lo que los emigrantes sentían en ese viaje a lo desconocido.