El ex presidente José María Aznar acusó ayer al Ejecutivo socialista de romper el consenso en materia de política territorial y antiterrorista y, con ello, «el rumbo histórico del país». Advirtió de que «un Gobierno no está para remover tumbas ni volver al pasado, aunque algunos estén», dijo, «obsesionados con la revancha».

Durante un mitin en Tenerife, Aznar señaló que hasta que Zapatero ganó las elecciones en 2004, España era respetada «por sus dos grandes transiciones», la de un régimen autoritario a la democracia y la evolución hacia el progreso económico, pero al actual presidente, según opinó, esto «le da lo mismo» y ha roto el consenso «por frivolidad e incompetencia», según informa Efe.

Advirtió a Zapatero que si no cree en España, «deje de ser presidente del Gobierno» y afirmó que «gobernar no es frivolizar ni crear problemas».

Entre otras cuestiones, reprochó que se haya transformado el Estado de las autonomías «en un Estado imposible» en el que cada semana «se descubre una nueva nación».

Exigió también un país en el que los ciudadanos puedan caminar «tranquilamente por las calles y en el que los terroristas estén en la cárcel, también tranquilamente», y consideró que no se puede derrotar al terror «si se pacta con el terror y se permite que esté presente en las instituciones».

Inmigración

En cuanto a la inmigración, reclamó que no haya juegos frívolos que terminen con cadenas de inmigrantes irregulares utilizados por las mafias y algunos de ellos, ahogados en el mar, y criticó las regularizaciones «irresponsables» en este ámbito.

Antes de participar en este mitin, Aznar intervino en un acto de su partido en Arrecife de Lanzarote, en el que dijo que espera que su partido derrote en las próximas elecciones «al peor Gobierno que ha tenido España en la Historia democrática».

Para Aznar, es incomprensible que Juan Fernando López Aguilar siga siendo candidato del PSOE «después de haber copiado» el programa electoral «de otros» y presentarlo «como suyo».

Aznar aseguró que «no se puede confiar en personas y partidos que actúan de esa manera» y señaló que en la vida política «hay límites, pero límites de autoestima».

Afirmó que en política hay dos palabras que son básicas, «confianza» y «responsabilidad», «y si no se puede tener confianza en quien no tiene ni la autoestima para saber cuando tiene que apartarse, mucho menos se puede esperar responsabilidad de esas personas».