CARMEN ECHARRI

CEUTA. La idea es curiosa donde las haya. Tres jóvenes marroquíes vecinos del pueblo alauita de Castillejos no tuvieron mejor idea que intentar alcanzar las costas peninsulares por el cuarto de baño. Así como suena. Enfundados en trajes de neopreno y tras burlar la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos, se las idearon para trepar y arrastrarse por el tubo que comunica los servicios del buque «Pacífica» de la naviera Euroferrys con el mar. Los tres jóvenes Said B., Mohamed H. y Mohamed S., de tan sólo 20 años, se las idearon para inventar lo que podría terminar siendo una nueva técnica de pase, introduciéndose de esta guisa por los «water – jef» del ferry.

Expulsión a Ceuta

Su odisea comenzaba pasadas las doce de la noche cuando los tres muchachos accedían al ferry ocultándose en su interior. El descubrimiento del personal de servicio del barco truncó sus expectativas de poder escapar como meros tripulantes. Según ha confirmado la Delegación del Gobierno, fue el propio capitán del «Pacífica» el que informó del hallazgo a las fuerzas de seguridad. De ahí a la actuación hubo tan sólo un paso. La Policía Nacional de Algeciras se hizo cargo de los polizones ordenando su expulsión a Ceuta, no sin antes realizarse un análisis al detalle del barco ya que en un principio se sospechó que no fueran unos meros indocumentados en busca de un pasaje sin papeles, sino potenciales terroristas. Se impdió el acceso al barco hasta pasadas las siete de la mañana, una vez que se registró al completo e incluso los GEAS de la Benemérita comprobaron sus bajos.

Dicho registro les sirvió para comprobar el punto de acceso concreto empleado. Fuentes de la Guardia Civil han indicado a ABC que es la primera vez que se topan con un hecho de estas características, aunque también afirmaron que nunca se sorprenden cuando se trata de sin papeles.

Estos inmigrantes forman parte de la bolsa de sin papeles que, día sí día no, intentan colarse en alguno de los barcos que realizan la ruta con Algeciras. Se introducen en pequeñas balsas con las que llegan hasta el ferry para trepar a su interior, intentan colarse también dentro de los vehículos o con pasaportes falsos, buscan incluso entremezclarse entre la mismísima carga de basura, pero nunca hasta la fecha habían escogido semejante vía tan sanitaria.