Las dos últimas sentencias contra miembros de bandas latinas contribuyen a acrecentar la duda sobre si entrar a formar parte de estos grupos constituye un delito en España.


La primera de las resoluciones, dictada por el Juzgado de Menores número 1 de Murcia, hace pensar que sí. Esta instancia condenó el jueves a cinco integrantes de bandas latinas, cuatro ecuatorianos y una española, a cien horas de prestación de servicios en beneficio de la comunidad por el delito de asociación ilícita.


El juez aceptaba así la petición de condena formulada por el ministerio fiscal, a la que prestaron su conformidad los cinco jóvenes al iniciarse la vista oral contra ellos, junto con sus abogados defensores.


La sentencia recoge como hechos probados que durante el 2005, agentes de la Guardia Civil detectaron la implantación de los Latin Kings y Harper Boys en las poblaciones murcianas de Fuente Álamo y Torre Pacheco, que registran una alta población inmigrante.


El juez señaló que ambas bandas protagonizaron varios incidentes en los últimos años en los lugares citados.


Sólo un día después de la resolución adoptada en Murcia se hacía pública otra sentencia de la Audiencia de Madrid, que recoge diferencias sensibles. Así, esta última instancia determinó ayer que para imponer una condena por asociación ilícita en relación con las bandas latinas, en concreto la de los Latin Kings , no basta con formar parte de ellas, sino que es necesario que se acredite ser un «miembro activo».


Así lo señala la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial en una sentencia en la que absuelve a tres menores del delito de asociación ilícita por el que habían sido condenados por el Juzgado de Menores número 4 de la capital a penas de entre un año y diez meses, y un año de internamiento, y confirma las condenas por este mismo delito a otros tres.


Caso de asesinato


En el caso de los condenados, determina que participaron en el 2005 en una acción violenta que acabó con el asesinato de un joven, aunque no fueron ellos los autores materiales.


Señala que la condición de miembro activo de la asociación no se decide por el encuadre de cada joven en una determinada fase o grado dentro de la banda, sino «por haber realizado una cierta actuación en torno a los objetivos y fines violentos» de la misma, que no cumplían las personas que fueron absueltas.