MÁLAGA

ACERA DE LA MARINA: Historias del más acá

Diario Sur, FRANCISCO GRIÑÁN, 01-05-2007

UN documental vale más que mil palabras. Son viajes cargados de realidad. O que, al menos, lo parecen. Como ‘Volver a empezar’ que tiene título de una película de Garci de los ochenta, pero que también es el nombre del reciente documental de José Luis Sánchez Hachero sobre la docena de aviones que aterrizan cada semana en el aeropuerto de Saint Louis, en Senegal. Sus pasajeros no llevan equipaje y vuelven de un fracasado viaje de negocios que comenzó en cayuco o patera. Pero no les importa. El tercer mundo es el mejor estímulo para volver a jugársela, volver a empezar. Todo se cuenta en veinte minutos, como los que emplea Pablo Cantos para narrar otro viaje, menos dramático, pero igualmente aventurero: el de una serie de artistas flamencos que intentan hacer entender su arte en Japón. Su título ‘Tientos y Sayonaras’.

Para aventura la de Mirian Luque y su ‘November Eco’, un viaje por el Atlántico tras los pasos de Colón en un velero de 13 metros. Una travesía de 25 días sin escalas. De agua, aunque dulce, también va el documental de Ezequiel Guerisoli ‘Mother Ganga’, un recorrido físico pero también espiritual a través del río sagrado más grande de la India, el Ganges.

Pero no todos los viajes son geográficos. También los hay personales, como el que propone ‘Chicano, vida y obra’, un filme realizado por George Torres Loiza que bucea en la personalidad y la pintura pop art del maestro malagueño, o los relatos de un grupo de enfermos mentales que cada martes se citan en un programa de radio para hablar desde ‘El reverso de la realidad’, de Alejandro Alvarado y Concha Barquero.

En los viajes documentales también cabe la Historia. Y aquí, lo que nos preocupa es la guerra civil, como es el caso de ‘Una lección para recordar: 1937’, de Alberto Jiménez Real, o el ya (re)conocido documental sobre el submarino C – 3 ‘Operación Úrsula’, de José Antonio Hergueta. De hechos históricos aunque más recientes también va ‘Desconcierto’, en el que Alberto Jiménez plasma el estado de confusión que vivimos entre los atentados del 11 – M y las elecciones del 14 – M.

Podría seguir contando argumentos como estos hasta llegar a 36. Historias de allí y de acá. De entonces y de ahora. De otros y nosotros. Pero todas con un denominador común: son producciones impulsadas por empresas malagueñas. Hasta veinte compañías se encuentran tras esta treintena larga de títulos, que formarán parte a partir del próximo jueves del Mercadoc, ese floreciente mercado de documentales creado por el Festival de Málaga y que hace ya unos años se ganó su independencia. La Cámara de Comercio patrocina la presencia en la feria de estas cintas, cuyos creadores son retratados precisamente en una de las películas: ‘Vivir rodando’, de Javier Linares. La historia de un grupo de jóvenes que laten a 24 fotogramas por segundo.

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