El joven de 21 años conocido como El Gemelo, Ramón U.S., considerado por la Guardia Civil el presunto autor del homicidio de un joven de 19 años en la madrugada de sábado en el polígono industrial Base 2000 de Lorquí, compareció ayer ante la juez de Instrucción número 3 de Molina de Segura.

Según apuntaron fuentes próximas al caso, el supuesto autor de los hechos estuvo poco más de un cuarto de hora en la sala de vistas, donde «se negó a prestar declaración ante la juez». Ya antes había hecho lo propio ante los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que están investigando el crimen.

A la salida de los juzgados, el presunto homicida fue conducido por agentes de la Guardia Civil hasta el centro penitenciario de Sangonera la Verde. En la puerta del Palacio de Justicia de Molina de Segura se vivieron momentos de verdadera angustia y tensión por parte de los familiares del detenido al ver que se lo llevaban preso. Al ver partir un furgón en el que pensaban que viajaba el detenido, una treintena de familiares y amigos de Ramón gritaron e insultaron a los agentes e incluso golpearon el vehículo.

Según manifestaron las mismas fuentes, uno de los detenidos relacionados con la muerte de José C. también prestó declaración ayer ante la juez de Instrucción número 3 de Molina de Segura, quien tras escuchar su testimonio le dejó en libertad.

La familia del fallecido, según matizaron fuentes próximas al proceso, aún no se han personado como acusación, aunque no se descarta que puedan hacerlo en pocos días.

Una muerte absurda

Aunque el presunto autor del crimen se ha negado a prestar declaración ante la Guardia Civil y ante la juez de guardia, el relato de varios testigos ha permitido determinar cómo se produjo el crimen y los hechos que lo desencadenaron. «Fue una muerte completamente absurda», señala fuentes de la investigación, que explican que todo se inició porque una chica estaba llamando al timbre de un portero automático y el ruido molestó a un joven de etnia gitana, que estaba hablando por teléfono.

El chico increpó a la muchacha – «¿deja de tocar ya el timbre!», le dijo – y eso motivó que el novio de la chica saliera en su defensa y se enzarzara en una pequeña disputa con el otro chaval.

En ese momento, una amiga del joven gitano se dio cuenta de la pelea y salió corriendo a buscar a El Gemelo, que estaba muy cerca. «¿A tu amigo le están pegando!», le comentó. El Gemelo no se lo pensó dos veces. Se aproximó a José C. y le asestó supuestamente dos golpes en un costado, que los testigos interpretaron en un principio como dos puñetazos. Pero no eran dos simples golpes, sino dos cuchilladas. Una de ellas le atravesó el corazón.

El joven, herido de muerte, sólo tuvo tiempo de subirse la camiseta antes de caer desplomado. Se tumbó sobre un costado y expiró.

El asesino huyó en el coche de un amigo.