La Guardia Civil localizó ayer una patera cerca de la costa levantina de Mallorca, que fue remolcada hasta el puerto de Portopetro (Santanyí), y detuvo a 31 inmigrantes argelinos, aunque podrían producirse más arrestos después de que un grupo de los tripulantes se trasladaran a Palma en taxi. La Guardia Civil detuvo primero a trece personas en la localidad de Portopetro, mientras que el resto fueron arrestados en las inmediaciones del puerto de Palma, donde los inmigrantes habían intentado adquirir billetes con destino a Valencia.


Poco antes de las once de la mañana de ayer, el helicóptero de la Guardia Civil localizó una embarcación pesquera con una eslora de entre doce y catorce metros y una manga de cuatro metros, a media milla al sur de Cala Mondragó (Santanyí), sin nadie a bordo. La barca, de color azul y blanco, llevaba inscripciones en árabe y tenía una cabina en la proa. Fuentes de Salvamento Marítimo señalaron que sus servicios habían sido requeridos para rastrear la costa en un área de cinco millas con el objetivo de localizar la presencia de alguna embarcación. Sin embargo, desmintieron las primeras informaciones que apuntaban a que habían remolcado una nave hasta la costa.


La Delegación del Gobierno subrayó que la colaboración ciudadana fue esencial en el conocimiento de esta llegada de inmigrantes, puesto que fue un comerciante de Portopetro quien avisó de la presencia de un grupo de ciudadanos magrebíes con las piernas mojadas en esa zona de la costa mallorquina.


El presidente de Baleares, Jaume Matas, expresó su preocupación porque la comunidad se convierta en nueva puerta de acceso de la inmigración ilegal, tras la localización de esta nueva patera, la cuarta que desembarca en las costas de Baleares, tras las halladas en Menorca, en septiembre, en Portolocom (Mallorca), y en Cala Figuera, también en Santanyí, el jueves pasado.


Para Matas, se evidencia que la presión de la inmigración ilegal que sufre el país va camino de ser «insostenible». «Si llegan hasta aquí, quiere decir que la presión en otros lugares de España puede ser un problema de magnitudes tremendas. Si nosotros, con las condiciones que tenemos, recibimos pateras… qué pasará en otros lugares de España donde la presión será insostenible y será un problema muy grave de futuro», argumentó.


El jefe del Ejecutivo balear consideró que ésta es una cuestión que ha de preocupar en España y en Europa.