La feria más latina

LA FERIA DE ABRIL CATALANA ATRAE UN NÚMERO CRECIENTE DE SUDAMERICANOS

La Vanguardia, , 29-04-2007

LUIS BENVENUTY – ST. ADRIÀ DE BESÒS

La Gitana llevaba varios años detrás de la exclusiva, en manos de La Guita hasta la pasada edición de la feria
El colombiano Horacio Reinaldo bebe sentado manzanilla La Gitana de un pequeño vaso de plástico mientras su esposa contonea las caderas al son de la salsa que le regala la orquesta, y su hijo más pequeño duerme ajeno al jolgorio mordisqueando su chupete en su cochecito, y el más grande corretea entre las mesas. “Esto es muy parecido a las fiestas de mi pueblo – dice Reinaldo todo contento, tomando-; allá, cuando llega el día del patrón del pueblo, se montan orquestas en las esquinas, y todas las calles se llenan de tenderos vendiendo comida y bebida, igualito que aquí… La verdad es que todo esto te emociona un poquito, te acuerdas de la gente de allá y…”.

Estamos en la Feria de Abril de Catalunya, en la gran explanada del Fòrum, a caballo entre Barcelona y Sant Adrià, en la caseta de Fedelatina, una federación que agrupa a más de cien entidades catalanas de origen sudamericano que este año está presente por primera vez en el real del Besòs. “Está rico el vinito de acá – agrega Reinaldo sirviéndose un poco más-, nunca lo había probado… pero las cosas no son tan diferentes acá. Quizás acá la gente prefiere salir de rumba sólo con los amigos, y a nosotros nos gusta traernos a toda la familia, para que los niños disfruten también”. Por ello unos payasos animan el cotarro.

Hace ya treinta y seis años, en unos barrizales de la periferia barcelonesa, nació lo que hoy se conoce como la Feria de Abril de Catalunya, y lo hizo de la nostalgia, del doloroso recuerdo de una tierra abandonada. Hoy, esos mismos andaluces, ya en edad provecta, les dicen vestidos de faralaes y en castellano a las cámaras de TV3 que sí, que son andaluces, pero también catalanes, que este país es su casa, que están muy agradecidos, que sus hijos son del Barça y hablan catalán perfectamente. Ahora, desde hace unos pocos años, es el turno de los sudamericanos. Su caseta está ofreciendo clases de bachata, salsa y merengue y gastronomía y mojitos del otro lado del Atlántico.

“Somos catalanes de origen sudamericano – dice el presidente de Fedelatina, Javier Bonami-, y estamos en la feria, y queremos estar en la Mercè y Sant Jordi, porque ya formamos parte de esta sociedad. Nosotros nos adaptamos a esta sociedad y a este país del mismo modo que lo hicieron los andaluces en su momento. Pero Catalunya también se adapta a nosotros, cambia. Porque yo entiendo que de lo que se trata es de que todos aportemos lo mejor que tenemos para construir una sociedad mejor. Queremos que nuestros hijos sean catalanes”. Lo dijo Jordi Hereu en la inauguración del viernes noche: tras una buena fiesta popular está la capacidad de un pueblo de construir unido un gran país.

De inmigrantes a ejecutivos. Las cosas han cambiado muchísimo en el último medio siglo. Y ahora los andaluces no vienen exclusivamente a Catalunya a construir el metro, como sucedía antaño. Ya no vienen únicamente en busca de empleo. Ahora se acercan a Catalunya a hacer negocios, a vender sus productos.

Y la Feria de Abril de Catalunya se ha convertido en la mejor plataforma para ello. Lo dicen los ejecutivos de la multinacional del vino de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) La Gitana. Esta empresa, que vende en Japón y Filipinas, pretende ganar posiciones en el mercado catalán utilizando el real barcelonés como una gigantesca valla publicitaria.

Y es que aquí, en la feria, se conjugan muchos intereses. El director general adjunto de La Gitana, Arturo Carlotti, y el de marketing, Eduardo Lacave, explican que pagaron 65.000 euros a la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya para que nadie más pudiera servir manzanilla en las casetas de la feria. Además, se comprometieron a que el precio de venta al público de cada botella fuera dos euros inferior al del año pasado. “Esperamos vender unas 24.000 botellas durante toda la feria”. Con todo, añaden, las cuentas no cuadran. “No venimos a la feria a ganar dinero, sino a promocionarnos, a captar nuevos clientes. En Catalunya gusta mucho todo lo andaluz. Y la feria es un escaparate perfecto”.

Lo cierto es que La Gitana llevaba varios años detrás de la exclusiva, en manos de La Guita hasta la pasada edición de la feria. Los directivos de las bodegas de Sanlúcar explican: “Contratamos los servicios de la empresa de distribución del hijo de Francisco García Prieto, Manuel García, hace un par de años. Y desde entonces, gracias a él, nuestra presencia en el mercado catalán se ha multiplicado por 2,5”. La empresa ya no pretende captar únicamente a los cerca de 800.000 ciudadanos de origen andaluz que viven en Catalunya. Ahora quiere implantarse en todos los rincones del país. “Es el momento de estar presentes en la feria”.

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