JOSEP PLAYÀ – BARCELONA. Redacción
Desde hace veinte años, Lluís Recolons ha publicado numerosos estudios sobre la evolución demográfica y a partir de 1994 lo hace desde Migra-Studium, una fundación de los jesuitas en Barcelona.

- ¿Es un problema, la inmigración?

- Población inmigrante y descendencia de ésta la tenemos y la tendremos. Es parte de nuestra realidad. Empeñarse en verla como “problema” resulta obsoleto e impide encarar esta compleja realidad que ofrece muchas oportunidades y, también, sus dificultades. Gracias en buena medida a la población inmigrada y a su descendencia, la Seguridad Social está teniendo excedente, aumenta la decaída natalidad y las escuelas se han vuelto a llenar.

- Francia ha tenido el conflicto con las segundas y terceras generaciones.

- Es sobre todo en los hijos donde se juega en gran parte el éxito o fracaso del proceso migratorio. La cuestión es que los jóvenes puedan ascender. Lo corrosivo es que aquellos jóvenes de origen inmigrante educados con la gente de aquí se encuentren ante un bloqueo por su condición de inmigrantes. No tener posibilidades de ascenso laboral es explosivo, es el problema de algunos barrios de Francia. Los padres lo pasan duro con frecuencia para conseguir que sus hijos vayan adelante. Pero si éstos por su origen encuentran cerrado su ascenso laboral y social se pone en peligro su propia estabilidad personal, con la conflictividad social resultante. Para España es un fenómeno relativamente reciente. Para Catalunya es volver a su sistema de reproducción, como dice Anna Cabré.

- ¿Qué puede hacer que peligre la cohesión social del país?

- Tenemos que tener en cuenta las repercusiones que van a tener las condiciones de vida cara al futuro. Los cauces reales de entrada legal han de adecuarse a la realidad demográfica expuesta. Hasta ahora han estado muy por debajo. Ha sido un sistema que ha generado situaciones de irregularidad ante la ley que añaden mucha dureza a lo que de por sí ya es duro. Hay que ser tajantes con el racismo. Comparto las ideas de Eto´o contra los insultos racistas. Pero también el resto de la sociedad debe tratar a los inmigrantes con normalidad. Un profesor africano me decía que sólo le preguntaban por el folklore o temas sociales, no como docente o como escritor. La opinión pública culpa a menudo a los inmigrantes de problemas que ya existían como la precariedad laboral, la economía sumergida o el del acceso a la vivienda. – ¿Se invierte lo suficiente en ayudas sociales?

- No han sido adecuadas. Si hay pocos pisos protegidos o pocas becas de comedor y llega gente con más dificultades económicas, se experimenta una competencia. Luego está la discriminación política. Habrá que plantearse la concesión del voto a los inmigrantes, al menos en las elecciones locales y en determinadas condiciones. Y la incongruencia de ciertas normativas como la de vivir con una orden de expulsión. La contratación en origen debe aumentar pero además creo que sería preciso desarrollar los visados de búsqueda de trabajo, con condiciones y control, pero de forma realista.

- ¿Seguirán llegando inmigrantes?

- La opinión pública sabe que la mayoría de los inmigrantes viene para mejorar. Sin embargo, no ha calado todavía que existe una demanda real, objetiva, de población extranjera. El verdadero efecto llamada es que aquí, en Catalunya y en España, hay trabajo.