EL RETO DE LA INMIGRACIÓN La opinión de los expertos ENTREVISTA a Anna Cabré, directora del CED
"Los inmigrantes saben que en España se puede vivir fácilmente sin papeles"
La Vanguardia, , 29-04-2007JOSEP PLAYÀ – BARCELONA. Redacción
Las aportaciones de Anna Cabré en el campo de la demografía catalana han sido determinantes, y sus reflexiones han marcado las prospectivas de los últimos años.
- ¿Estamos ante la etapa de mayor crecimiento de la historia de Catalunya?
- De hecho, sí, aunque en los datos del padrón hay muchos extranjeros duplicados. Pero el crecimiento es imparable y se debe mayoritariamente al componente migratorio. Posiblemente supere al de los años sesenta, aunque para tener datos definitivos habrá que esperar al censo del 2011.
- Según datos del 2005, sólo hay un 64% de catalanes nacidos en Catalunya; un 23% son nacidos en el resto de España, y un 13%, en el extranjero.
- Si en los años ochenta se podía decir que las dos terceras partes de los catalanes eran consecuencia de los movimientos migratorios del siglo, ahora seguramente son ya las tres cuartas partes. Ese 36% de nacidos fuera, de confirmarse, sería el máximo histórico.
- ¿Nadie había previsto este crecimiento?
- Era imprevisible porque no tiene nada que ver con la baja fecundidad. Más bien hay que atribuirlo a la coincidencia del buen momento económico con la llegada de esas generaciones plenas en las que además cada vez hay más mujeres que trabajan y que, como he dicho alguna vez, los jóvenes han pasado directamente de la discoteca a la hipoteca. Los inmigrantes vienen a ocupar los trabajos que no quieren esas generaciones. Además, hay factores adicionales propios, como las facilidades que se dan y la economía sumergida. Hay quien dice que más inmigrantes supone más crecimiento, pero más bien creo que es al revés, tenemos un crecimiento alto, que llega al 3,5%, y por eso tenemos más inmigrantes.
- ¿Puede haber influido una política migratoria excesivamente tolerante?
- Lo que ha influido es la tolerancia hacia la economía sumergida, no sobre los controles. El ejemplo lo tenemos en los rumanos que atraviesan toda Europa y nadie les dice nada pero vienen a España. Los inmigrantes saben que España es uno de los países donde se puede vivir más fácilmente sin papeles, aunque esto pueda haber empezado a cambiar tras la regularización.
- ¿Cuál es la evolución prevista?
- Habrá que esperar a ver si se confirma esa caída de las inmobiliarias que apuntan las bolsas, pero personalmente no creo que exista una burbuja. En todo caso, la presencia de los inmigrantes, con su consumo y su demanda de vivienda, que activa la cadena de vacantes, puede retrasar la crisis. Otro factor que tener en cuenta es que el 30% de las viviendas nuevas en el litoral es para segundas residencias europeas. La llegada a la jubilación de las generaciones del baby boom puede aumentar la presencia de europeos en zonas como las Terres de l´Ebre, y pueden ser jubilados, de 55 o 60 años, que ejercerán ese papel de demanda sostenida. Quedan pendientes también las reagrupaciones familiares y luego están los rumanos, un país con 23 millones de habitantes, bien formados y bien valorados por los empresarios, y ahora por estar en la UE sin restricciones de entrada.
- En resumen, que seguiremos creciendo.
- Al menos en los próximos dos o tres años. Hemos reventado todas las previsiones, incluso las mías, que eran muy optimistas. No hemos tenido tiempo de proclamar que éramos 7 millones y ya hemos superado esa cifra. Quizá cuando nos paremos, a mediados de la próxima década, seremos 8 millones.
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