Otro 'cayuco de la muerte' lleva a Canarias los cadáveres de tres inmigrantes irregulares

El Mundo, TERESA CRUZ. Corresponsal, 29-04-2007

Setenta y nueve ‘sin papeles’ más llegaron exhaustos a las islas tras permanecer tres días sin agua ni comida Las mafias aprovisionan cada vez peor a los inmigrantes que salen desesperados desde el Africa subsahariana para emprender el viaje a Canarias, el punto de Europa más cercano al continente africano, donde está su esperanza de un nuevo mundo.


Las extremas condiciones del viaje han provocado que tan sólo en esta semana cinco cadáveres hayan llegado al archipiélago. Ayer arribó un último cayuco a la isla de Gran Canaria, que tenía en su interior tres cuerpos sin vida.


El frío y la falta de alimentos y agua hicieron que la pesadilla de un viaje de más de cinco días en alta mar, se convirtiera en una nueva tragedia a sumar en las páginas de la inmigración irregular en nuestro país. Un total de 82 sin papeles, tres de ellos ya cadáveres, alcanzaron las costas grancanarias en un estado deplorable tras haber salido desde algún punto de Mauritania.


Cinco de ellos precisaron ser ingresados en centros hospitalarios de la isla, afectados de hipotermia y deshidratación y otros 36 precisaron de asistencia sanitaria. En la barcaza venían también dos niños – de uno y nueve años, respectivamente – acompañados de sus madres. A la 1.30 horas de la madrugada, la unidad móvil del Servicio de Vigilancia Exterior (SIVE) de Gran Canaria, detectó la barcaza, cuando se encontraba a tres millas náuticas de distancia – a unos seis kilómetros – de la costa de Pasito Blanco, al sur de la isla.


A su encuentro se dirigió la patrullera Almirante Díaz Pimienta de la Guardia Civil y 15 minutos después, a menos de una milla de distancia de la costa, fue localizado el cayuco, que se dirigía hacia un punto del litoral muy rocoso y lleno de peligro para su rescate. Mediante cabos, los guardias civiles pudieron sujetar la barcaza, y tranquilizar a los inmigrantes, que se encontraban absolutamente extenuados. Los subsaharianos fueron conducidos al muelle de Arguineguín, en el municipio de Mogán. Una vez en puerto, los agentes se subieron a bordo del cayuco, de unos 17 metros de eslora, de color blanco y rojo desteñido por el salitre del mar, y provisto de un motor.


Los guardias civiles se emplearon a fondo para desembarcar uno a uno a los sin papeles. La escasez de fuerzas de los inmigrantes obligó a los agentes a subir a pulso a cada uno de ellos y llevarlos hasta suelo firme, «una imagen sobrecogedora», según explicó a este diario uno de los agentes que participó en las labores de rescate.


Cuando ya habían salido 77 personas de la barcaza, aún quedaban cinco cuerpos inmóviles más al fondo de la embarcación. Los guardias civiles comprobaron que tres de ellos eran ya cadáveres, mientras que los otros dos tenían todavía constantes vitales, si bien se encontraban en estado de inconsciencia. Los agentes efectuaron prácticas de reanimación a estos dos inmigrantes y ambos abrieron los ojos tras unos minutos. Seguidamente, un equipo médico se hizo cargo de ellos y fueron trasladados a un hospital.


Los 82 inmigrantes irregulares, cuatro de ellos mujeres, son de origen subsahariano. Los tres fallecidos eran tres varones adultos y, al parecer, en el cayuco viajaban familiares suyos. En esta ocasión hicieron el trayecto cuatro mujeres, dos de ellas con sus hijos. Los niños se encontraban en buen estado debido a que los integrantes de las expediciones protegen mucho a los menores durante la travesía.


Tanto las mujeres como los menores y los varones adultos en buen estado fueron conducidos a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para las labores de identificación y su posterior traslado a un centro de acogida, en el caso de las madres e hijos, y de internamiento, en el caso de los restantes adultos.

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