El Gobierno holandés ha llegado a un acuerdo sobre los criterios que aplicará al conceder la amnistía (legalizar) a unos 26.000 extranjeros indocumentados que la anterior ministra de Inmigración, Rita Verdonk, planeaba expulsar del país.


El Ejecutivo, formado por una coalición entre democristianos (CDA), laboristas (PvdA) y calvinistas (CU) ha decidido conceder la amnistía a los sin papeles que lleven viviendo en Holanda desde hace más de seis años, que no tengan antecedentes penales y que hayan mentido como máximo una vez sobre sus datos personales, informó la televisión holandesa NOS.

Este último criterio tiene especial relevancia, dado que la ex ministra Verdonk retiró a la ex diputada liberal Ayaan Hirsi Ali su pasaporte holandés porque la política de origen somalí, que trabaja en Estados Unidos, mintió sobre su apellido (es Magan y no Ali) cuando llegó como refugiada a Holanda.

La amnistía para esas 26.000 personas era una condición de los laboristas para pasar a formar parte de la actual coalición de Gobierno.

Los liberales (VVD, el partido de Verdonk) como la formación de extrema derecha PVV ya han declarado su oposición a este último criterio.

El pasado día 20, Holanda y Alemania comunicaron a la UE sus procesos de regularización limitada.

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, recalcó entonces que España dio su «comprensión y respeto», a pesar de que otros países de la UE no tuvieron esa reacción en el 2005 cuando Madrid regularizó a casi 700.000 inmigrantes. A la regularización española le siguió otra en Italia.

En Alemania, el proceso beneficiará a entre 60.000 y 80.000 personas que cumplen las condiciones fijadas: tener un empleo legal o lograrlo antes de finales del 2009, y residir en el país al menos ocho años (seis en caso de familias con niños).