El compromiso asumido por la Diputación Foral de Gipuzkoa al acoger a una decena de menores inmigrantes llegados a Canarias en cayucos, acredita una voluntad solidaria y cooperadora con un problema de dimensión humanitaria con el que la institución foral ha decidido implicarse a pesar de la saturación que padece actualmente la red de acogida de menores en el territorio guipuzcoano. Esta decisión representa un significativo esfuerzo como respuesta a la llamada de ayuda de la Comunidad Autónoma de Canarias y es también consecuencia de un trabajo discreto desarrollado a lo largo de estos últimos meses, que ha culminado con la adquisición de un caserío en Lezo, que se ha acondicionado como centro de acogida de estos menores inmigrantes originarios de Senegal, Mali e India.

La decisión de la Diputación es la respuesta a una solicitud de ayuda procedente de Canarias, que fue secundada por el Ministerio de Asuntos Sociales. Esta llamada de colaboración recibió también una positiva respuesta hace meses desde Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Ceuta y Castilla y León. La Diputación de Gipuzkoa adquiere así una responsabilidad institucional que compromete la solidaridad compartida del conjunto de la sociedad guipuzcoana. En el caso de la vivienda de acogida acondicionada en Lezo, la respuesta inicial de los vecinos ha sido muy positiva y los menores inmigrantes también han dado ya muestras de apreciar el esfuerzo que supone esta nueva experiencia de acogida. El objetivo esencial de esta vivencia consiste en lograr la plena integración socio laboral de los menores acogidos para que aprendan a vivir en Gipuzkoa y puedan ser personas autónomas en un futuro. Una tarea laboriosa e ilusionante que compromete a los menores acogidos, a sus monitores y también al conjunto de la sociedad guipuzcoana.